En mis zapatos [Chloé Bourgeois]

Negro

Advertencia, el capítulo contiene contenido no apto para todo el mundo que puede resultar perturbador para algunos. 

Negro es mi color
Negro es mi alrededor
Negro es mi dolor
Negro es mi perdición
...

—¿Quién habla?—Preguntó Adrien indiferente.

—Hola, Chat noir. Ya es hora de que se sepa tu identidad.—Respondió una voz femenina que él conocía a la perfección.

Estaba por responder cuando ella colgó. Con toda la ira acumulada, miró a Plagg quien suspiró.

—Plagg transforme moi!

Chat noir se movía con rapidez en los techos parisinos con el objetivo de llegar al hotel para detener la locura que estaba por cometer Chloé. Tenía que hacer algo para detenerla, permanentemente.

A pocos metros del hotel, volvió a su estado civil y posteriormente corrió, entrando furioso.

Estaba desesperado, viendo como el elevador tomaba su tiempo para llegar al piso correspondiente. La situación estaba en su contra. En cuanto las puertas se abrieron, se adentró a la pieza.

—¡¿Qué mierda estás haciendo Chloé?!—Exclamó buscando con la mirada a la rubia.

Al no obtener respuesta, calmó su respiración para fijarse en el ambiente frente a él. Todo el lugar estaba lleno de rosas rojas, velas aromáticas y una botella junto a dos copas que aguardaban en el centro.

Maldijo en sus adentros al ver que todo fue una farsa para que él viniera con Chloé quien al parecer planeaba conquistarlo.

Tomó la botella para lanzarla furioso, tirando algunas rosas que se mezclaron con el líquido. Destruyó por completo la decoración, calmando su rabia.

Era un espectáculo caótico siendo Adrien el protagonista. Con fuerza, destruyó los arreglos florales. Pétalos de rosa volaban en todas las direcciones; podrían dar un ambiente romántico de no ser por el modelo. Pateó las sillas sin importarle mucho si se lastimaba y efectivamente, se causó varias contusiones. Tomó un trozo de madera de las respectivas sillas hechas añicos y prosiguió a destruir las copas de cristal que lucían tan pulcras y brillantes.

La armonía que antes reinaba la habitación había sido remplazada por la discordia, justo como estaba planeado.

Ya estaba cansado, no golpeaba o pateaba con la misma fuerza que al principio por lo que se detuvo. Sus músculos quemaban y temblaban un poco además de que se había abierto un par de heridas que sangraban. Jadeando y sudando, se calmó.

I'm a wanted man
I got blood on my hands
Do you understand?
I'm a wanted man

Como un susurro, la melodía llegó a sus oídos; dejó de lado su furia para concentrarse en la música y buscar con la mirada de donde provenía.