Cabina

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Tsukishima se sentó frente a Yamaguchi y lo miró a los ojos lo más serio que pudo. "-¿Que se supone que hacías?"

"-Pues, bailar" respondió obvio "-¿Eso es lo que querías preguntarme aquí?" Añadió extrañado por la actitud del rubio.

"-Si... Osea venías conmigo, no? Y luego te pones a bailar con otra persona, y ella se puede aprovechar, y... Y"

"-Pero Tsuki, ella es la novia de Kinoshita" volvió a reprochar el pecoso sin saber a dónde quería llegar la conversación.

"-No me importa si es... Espera ¿Qué?" Detuvo sus palabras. Con razón le parecía algo familiar su rostro, por haberla visto con su senpai en algunos recreos. Eso significa que el de segundo año se encontraba allí y seguramente se fue un rato por comida o bebida, justo como él.

"Que idiota soy. Me dejé llevar por los celos" pensó rogando poder desaparecer o retroceder el tiempo.

"-No te molestes, Tsuki... Si quieres, no volveré a dejarte hoy, pero al menos háblame" le susurró Tadashi luego de un momento de silencio.

"Supongo que no queda de otra" pensó el megane "-Lo siento, Yamaguchi, fue mi error reaccionar así." Se disculpó como pocas veces lo hacía "-Si te soy sincero, no puedo soportar la idea  de verte con alguien más que yo. No me imaginaria una vida sin ti. Yamaguchi Tadashi, yo..." Hizo una pausa alentándose con todas sus fuerzas continuar, era la oportunidad perfecta "-yo estoy enamorado de ti"

Se dió cuenta que las palabras si habían salido de su boca. Ese no era un sueño y tenía a su amigo a tan poca distancia que le ponía los pelos de punta. "Tierra trágame, no quiero ver su mirada de rechazo"

Sin embargo, en vez de asquearse como pensó el rubio; al oír esas palabras, el corazón del menor se derritió, y con toda la alegría del mundo, acercó su rostro con sus manos y lo besó.

La mente de Tsukishima entró en una especie de shock, pero sus labios sabían muy bien lo que querían. Se movieron, tratando de comprobar que no fuera una alucinación, y no pararon hasta estar ya cerca de que acabara la atracción.

Cuando se separaron, el pecoso no paraba de sonreír, mientras el otro volvía a su aspecto serio y tranquilo, y se ponía de pie. Tsukishima trató de salir primero, pero un abrazo por atrás se lo impidió.

"-A mi también me gustas mucho, Tsukki" Le dijo en su espalda sin saber que el rubio se sonrojaba.

"-Cállate Yamaguchi" Dijo volviendo a caminar.

"-Gomen Tsukki"

Gomen, Tsukki!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora