Gomen, Tsukki!

Fresas

Era un domingo por la mañana, específicamente en el cumpleaños de Tsukishima, los dos chicos se encontraban en sus bicicletas rumbo a un parque solitario que descubrieron en sus citas.

Al llegar, Yamaguchi bajó la gran canasta que tenía atada atrás. Sacó de allí, un mantel para sentarse y unas bebidas.

"-Tsuki, feliz cumpleaños" repitió por quinta vez en el día con una sonrisa  "-Tengo dos cosas para tí, así que elige entre 1 o 2 para ver cuál te doy primero"

"-Hmmm, dos" respondió y sus ojos brillaron cuando vió la gran caja que su novio sacaba de la canasta "-No puedo creerlo" se acercó y comprobó sus sospechas: era la estatua de un Baryomix, dinosaurio con el que últimamente se había obsesionado.    "-G-gracias. Guchi, en verdad, ¿Cómo hiciste para conseguirlo?"

"-Tengo mis métodos... Bueno, tuve que convencer a mi tío que venía de Suiza de traer esta caja gigante, espero te guste" le guiñó un ojo y luego el mayor lo abrazó. "-pero~ aún falta algo, no te apresures" canturreó a su oído.

Sacó entonces otra caja pero más chata y ancha. Era un pastel de fresas. "Ya me lo esperaba, siempre me compra uno. Pero no me quejo"

"-Esta vez, lo hice con mis propias manos" le susurró el pecoso casi leyendo la mente del otro.

"-¿Qué esperas? Hay que comerlo" dijo Tsuki ansioso "-Es la primera vez que me preparas algo, así que no puedo desperdiciar ni un bocado"

Así, los chicos comieron y charlaron toda la mañana, pasando un agradable rato en compañía del otro. Tsukishima no podía pedir un mejor cumpleaños y Yamaguchi estaba feliz de compartir todo un día junto a su novio.

Al ver que el tiempo pasaba lento, ambos se echaron en el pasto y se pusieron a descansar con la suave brisa de verano. Al poco rato, se quedaron dormidos.

(...)

"-Tsuki, Tsuki, tu celular está vibrando" decía un Tadashi somnoliento mientras movía al rubio para los lados.

"-Aghh, ¿Qué hora es?" Dijo antes de responder a la llamada "-¿Mamá? Hola, ¿Qué pasa?"

"-Kei! Te dije que regresaran para la hora de almuerzo, tus tíos están en la casa esperándote!" Se oía a su madre molesta como en pocas veces. "Ya son las 3:30 de la tarde, ¿Dónde estás?"

"-Tres y qué!? Digo, yo... ya estoy en camino desde hace rato, ahora llego" Escuchó un 'más te vale' y colgó.

Al ver la mirada del mayor, Yamaguchi sabía qué hacer: Guardar todo lo más rápido posible y salir volando con las bicicletas.

"-Espera, Tsuki." Dijo justo antes de partir "-Olvidé un regalo más" se acercó y lo besó en los labios "-Feliz cumplea... Ohh, sabes a fresa" se relamió los labios con una sonrisa.

"-C-Callate Guchi" dijo apretando su cachete, agradeciéndole a su modo.

"-Gomen"