Gomen, Tsukki!

Bebida

"-¿A dónde vas tan arreglado, Tadashi?" Le preguntó su madre al verlo en la puerta.

"-Oh, por ahí." Respondió haciendo un gesto desinteresado, aunque ambos sabían que se vería con su amigo de lentes.

Yamaguchi estaba en camino a una cafetería donde había quedado con Tsukki para una cita. Para ser más específicos, era su tercera cita; y el pecoso estaba muy nervioso porque en las otras ocasiones se malograron por su culpa.

Al llegar, lo encontró cerca al mostrador y se acercó. Pidieron su orden para llevar, y el rubio lo guió hasta un gran parque con tantos árboles que más parecía un bosque. Todo era como un hermoso sueño.

"-Hey, me estás escuchando?" Dijo con molestia Kei, pues el menor estaba muy distraído. "-Te estaba diciendo que agarres bien tu Frappuccino porque tu mano tiembla demasiado"

La cabeza de Tadashi hizo un corto circuito: ¿Cómo le pedía no estar nervioso si toda la gente los estaba mirando?... Si, quizás estuviera exagerando, las personas simplemente seguían con sus vidas y ni se fijaban en su existencia; pero no quita el hecho que cada vez que Tsukishima lo tocara, él se pusiera a temblar cual gelatina.

Después de que ese pensamiento cruzara su cabeza, sintió que el brazo de Tsukki, que estaba sobre sus hombros, fue bajando hasta su espalda, acercándolo aún más. "¿No le da vergüenza que la gente nos vea así?"

En el momento en que su mano estaba por el elástico de su pantalón, no pudo evitar dar un pequeño salto hacia el otro costado. Sin embargo, ya que había un hombre pasando por allí, resultó siento empujado nuevamente hacia su novio.

Sus ojos se abrieron desmesuradamente y empezó a balbucear un millón de disculpas pues, ahora, la celeste camisa del Megane tenía una gran mancha marrón, cortesía del café.

"Ay, es tan diferente de cuando estamos en casa..." Tsukishima rodó los ojos y caminó, saliéndose del camino, entre los frondosos árboles; obligando al otro a seguirlo de lejos.

Cuando al fin estaban solos, Kei bufó, mirándolo a los ojos "-¿Ya estás mejor? ¿O vas a seguir igual?"

"L-lo siento. Ahí va otra cita acabando mal" Suspiró con tristeza, deseando poder quitar esa mancha tan solo mirándola "-Tsukki es genial porque nunca pierde los papeles frente a mucha gente, en cambio yo... Yo soy paté-"

"-¿Patético?" Lo miró burlón y acarició sus cabellos "-¿De qué hablas, tontito?"

"-Es... "sus labios fueron sellados con los del contrario. Sus cachetes, llenos de pecas, se pintaron de rojo; y correspondió como pudo.

En medio del beso, Tsukishima entre susurros pero con una voz inesperadamente cariñosa, le demandó "-Cállate Yamaguchi"

"-Gomen Tsukki" le respondió del mismo modo, abrazándolo con fuerza.