La Melancolía del Reencuentro Deseado -EN EDICIÓN-

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Caminaba por los pasillos con pasos firmes, estaba furiosa.« Quién se cree para hablarme así, ¡Todo lo que un hombre puede hacer una mujer puede hacerlo también!»

Continue caminando firme hasta que llegue a mi habitación. Me acerque a la cama y roce con el dorso de mi mano las suaves sábanas, me senté en la cama para intentar calmarme pero fue contraproducente. Pensamientos negativos me inundaron, y sentí mis ojos humedecerse. La decepción me atacó, aun cuando creí que no tenía esperanzas reales desde un principio. «Lo único que quería era poder estudiar...». Las lágrimas comenzaron a agolparse en mis ojos y lloré. Llore como nunca desde que había llegado a este mundo. Dejé escapar toda la rabia, desesperación, incertidumbre, miedo y tristeza que se habían acumulado en los últimos 6 años. Al rato caí rendida y dormí como nunca antes.

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Al despertar me encontré envuelta en las suaves y cálidas mantas, en las que no recordaba haber entrado, pero le resté importancia. Me levanté con las mejores ganas para comenzar mi día. Hoy, al ser domingo, no tenía nada en especial en mi agenda por lo que me sentía especialmente relajada.

Decidí ir a practicar algunas piezas en el piano, ya que es una de las actividades que más me relaja. Amo el sonido del piano, y por supuesto amo tocarlo también.

Caminé hacia las escaleras que llevaban al tercer piso donde habían algunos salones destinados a distintas actividades. Realmente hay demasiadas habitaciones en esta mansión, más de las necesarias en mi opinión.

Subí las escaleras de mármol blanco con tranquilidad, pasé mis manos por el metal frío del barandal, y tarareé una canción cuya letra no recuerdo. Era un día tranquilo.

Recorrí los pasillos prestando más atención a los detalles, apreciando las obras de arte que colgaban de las paredes y los jarrones que se posaban majestuosamente en los estantes.

Y de repente lo noté, estaba parado en una de las esquinas de la mansión, y junto a la ventana había una esa ratón colocado de forma extraña en la esquina.

Era extraño...

Observe con más detenimiento, el mantel que cubría la mesa parecía estar desprolijamente corrido, y había marcas de puerta en el piso, lo que lo hacía aún más extraño. Ya que esta era una pared externa, no debería haber ninguna habitación a mi izquierda. Y efectivamente nisiquiera habia una puerta.

Extrañada, tantee la pared y di un par de golpecitos para comprobar si había un espacio vacío al otro lado, y si, se escuchó el eco de los golpes. Mire la pared y vi una rendija casi imperceptible, al parecer si había una puerta. Corrí la mesita, y empuje la pared, para mi sorpresa sí funcionó, y se abrió hacia adentro.

Podía sentir un ligero olor a humedad y estaba muy obscuro. Tome un candelabro de pie de una de las repisas cercanas, prendí la vela, acomode la mesita donde estaba y me adentré. Me sobresalte un poco al sentir la puerta cerrarse tras mi espalda.

El pasillo al que me había adentrado era estrecho, como mucho entraba una persona, lo que explicaba el porque no se notaba su existencia. Mire a mi alrededor, el polvo se juntaba en cada esquina, por lo que se podían ver las marcas de pasos en el piso, parecen ser recientes. Era probable que pocas personas supiesen de la existencia de este pasadizo. Me armé de valor, y di rienda suelta a mi curiosidad. Comencé a caminar para ver a dónde me lleva este camino.

Mis pasos hacían eco en la oscuridad.

Camine por un largo rato, baje varias escaleras con cuidado ya que la humedad las hace peligrosas, además si me resbalara sería un problema, ya que nadie vendría a rescatarme.

Mire las paredes mohosas buscando una puerta de salida, sería raro que fuese una camino sin salida. Sería un despropósito crear algo así si realmente no hubiera una razón real. Al final, con la tenue luz de la vela pude vislumbrar el final del pasillo donde se erguía una puerta de madera dañada por el tiempo.

Tire de la puerta, pero no se abría, me desanime momentáneamente ante la posibilidad de que estuviera atascada, pero decidí no rendirme. Puse mis manos en la manija y tire con todas mis fuerzas. Una nube de polvo se levantó cuando la puerta se abrió desprendiendo un chirrido aterrador. 

Al otro lado había una inconmensurable cantidad de libros distribuidos en estanterías que alcanzaban el techo del amplio espacio. Había libros de todos los colores y tamaños. Y por la cantidad supuse que los temas también serían muy variados.

Por una coincidencia había encontrado todo lo que necesitaba en el momento, una fuente de conocimiento sobre este mundo. Hay cosas que necesitas saber sobre este mundo, cosas que si una niña de 6 se pusiera a preguntar la gente sospecharía.

Camine lentamente dentro de la biblioteca asegurándose de que nadie más se encontrara allí. Todos los objetos parecían estar en perfecto estado y con una ejemplar limpieza, pero al acercarme y sacar algunos libros me di cuenta que el polvo se acumulaba en ellos. « Al parecer no usan mucho este espacio»

« Aunque los sirvientes mantuvieran limpio este espacio como cualquier otro, les sería imposible desempolvar esta gran cantidad de libros regularmente. De hecho no debería ser necesario limpiarlos si alguien los usara regularmente. Pero Madre no parece tener intención de educarse en nada que no sea etiqueta, y Padre se la pasa todo el tiempo en el castillo trabajando, por lo que ese nivel de descuido y desuso en los libros no es nada fuera de lo normal». Era un despropósito tener una biblioteca de este tamaño aislada y en desuso. Esto me enojaba mucho más como persona que ama el conocimiento, y más específicamente a los libros.

-"Siento lastima por estos pobrecitos..."- susurre mirando con pena el libro que sostenía en mis manos.

Recorrí la biblioteca de arriba a abajo, y seleccioné algunos libros que me parecieron interesantes y recién al sentarme caí en la cuenta de algo que debí haber notado mucho antes. El alfabeto y el idioma en sí mismo de este reino era totalmente distinto al de mi mundo anterior, pero aun así podía entenderlo, es extraño. Pero a la vez era una ventaja no tener que aprender de manera autodidacta un alfabeto nuevo.

Decidí dejar de pensar en esto, ya que no había forma de saber cómo es esto posible. Tomé los libros que había seleccionado, y me senté en una de las varias mesas largas que había en el centro de la habitación. Abri al azar un libro de color azul marino que se titulaba "Historia del Reino de Sestia" y comence a leerlo. Me concentré demasiado en mi lectura, por lo que al sentir el sonido de un gran reloj que había en la habitación, me sobresalte. Mire las agujas y palidecí al ver que marcaban la medianoche. Había perdido la noción del tiempo.

Con prisa devolví a su lugar todos los libros que había tomado prestados, y me acerqué hacia la puerta principal de la Biblioteca, parando en el segundo en el que toque el pestillo. «Sería raro que una niña de seis años sin educación saliera de una biblioteca a esta altura de la noche»

Entonces me di vuelta y corrí hacia la puerta secreta con candelabro en mano. Al entrar al pasadizo lo recorrí de la forma más rápida posible, casi tropezando por la humedad de los escalones en varias ocasiones. Al llegar al otro extremo de este pasillo oscuro abrí la puerta que estaba escondida en frente de la pequeña mesa, devolví el candelabro a su lugar, y me encontré con el problema de que tenía que seguir mi camino a oscuras.

Sosteniéndome de la pared e intentando no chocar con los muebles que estaban colocados cerca de la pared avanza con sigilo hasta llegar a la puerta de mi habitación. Abrí la puerta y la cerré con cuidado de no golpearla, para luego correr apresurada hasta la cama para taparme hasta la cabeza con las mantas. Solté una risita, me sentía como si hubiese hecho una travesura.

«Ya quiero ver la cara de sorpresa de mi padre cuando se entere de que estaba completamente preparada para estudiar y que logre hacerlo yo sola», la emoción me carcome, iba a vengarme de él por haberme tratado como inutil, e iba a lograr que me reconociera.

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Logre que el capítulo fuera un poco mas largo! Espero que lo hayan disfrutado. Perdón si hay alguna falta de ortografía.