8.

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Un par de semanas habían pasado después de la plática entre el doctor y Yoongi.

-Me alegro de que hayas podido venir, te lo agradezco mucho, Seok.- Yoongi dejó pasar a su amigo, el cual tenía unas grandes ojeras debido al trabajo, pero aún así, portaba una gran sonrisa que te emanaba confianza.

-Ni lo agradezcas, vine a conocer a tu futuro novio.- Una risa burlona se hizo presente de parte de Seokjin, quien al mirar la mirada seria de Yoongi, prefirió ir a acomodarse al sofá.

-Traeré un par de sodas, Jimin no está aquí, salió temprano y no ha vuelto, dudo que tarde en llegar.- Yoongi alzó la voz para que fuera escuchada por su amigo.

Seokjin suspiró mientras miraba a su alrededor, ya hacía un tiempo que no estaba en casa de Yoongi.
Todo era realmente sencillo, un par de sofás, una mesilla de centro, con una escultura, que en realidad era solo un florero con una forma extraña, pero que Yoongi amaba, y no se le podía decir nada al respecto.

Había varios cuadros alrededor, la mayoría de Yoongi y Moonbyul, abrazados, jugando, sonriendo lo cual le trajo vagos recuerdos al doctor, aquella chica que se volvió de lo más especial para él.

Escuchó la cerradura de la puerta principal e inmediatamente volteó a ver quién era, lo que probablemente era muy obvio.

Jimin entró mirando a Seokjin con una ceja arriba, pero al mismo tiempo, tratando de sonreír, que solo pareció una mueca ante el invitado.

-Hola, supongo que eres uno de los amigos de Yoongi, soy Jimin, un gusto.- El chico un poco más bajito se acercó al invitado para darle un fuerte apretón de manos.

Yoongi entró al salón unos segundos después, sonriendo al ver a Jimin con una gran sudadera negra, que no parecía ser de él.

-Jimin, él es Seokjin, uno de mis amigos, quería presentarlo ante ti para que lo conocieras, ¿Quieres tomar algo con nosotros?- Yoongi miraba al chico de la sudadera negra, sonriendo, tratando de convencerlo.

-No, no hyung, yo debería dejarlos hablar en confianza, igual tengo que ir a hacer un par de cosas a mi habitación.- Jimin peinaba su flequillo de vez de cuando, excusa para no ver a ninguno de los otros chicos a los ojos.

-Vamos, Jimin, quédate, Yoongi puede ayudarte con tus cosas después, ¿O no?- Seokjin hizo un espacio en el sofá para invitar a Jimin a sentarse.

El chico aceptó finalmente y tomó asiento a un lado del invitado, el cual le sonreía de manera agradable.

-Claro, yo te ayudaré, a menos que sean deberes de la escuela, no quiero ver números y cosas por el estilo por ahora, estoy harto.- Rió para después tirarse al sofá del otro lado del salón.

Los tres chicos que ya habían tomado asiento, se miraron entre sí, Jimin más avergonzado de lo normal, Seokjin pensando en qué decir y Yoongi esperando a que alguno de los dos dijera algo.

-Y, Jimin, ¿Cómo fue que le empezaste a hablar a Yoongi?-

-Oh, pues, todo normal, ¿Sabe?, al fin y al cabo, somos compañeros de piso, algún día tendríamos que hacerlo.- Jimin no se atrevía a mirar a los ojos a Seokjin, solo miraba el piso, como si fuera lo más interesante.

-Oh, ya veo, ¿No te molesta algo de él?, porque yo cuando vivía con él, era un martirio, siempre sus cosas tiradas por todos lados, envoltorios de comida, ah, me volvía completamente loco. - Seokjin exageraba usualmente en todo, pero esta vez era totalmente enserio.

Provocó una risita por parte de Jimin, quien asintiendo con su cabecita, despeinada su propio cabello.

-Claro, hyung es así, usualmente no le reclamo nada, yo solo lo levanto y ya.-

-Oh, Jimin, deberías depositarlo todo en su habitación para que aprenda a tirar basura en donde pertenece.-

-Yah, ¿acaso van a hablar de mí toda la noche?, yo soy buen compañero de piso.-

-Él realmente lo es, las últimas tres semanas ha estado más atento conmigo, de verdad me gusta eso, él me ayuda, habla conmigo si lo necesito.- Jimin decía en voz calmada y llena de temor al mismo tiempo.

Seokjin llevó su mano al mentón del menor de los tres, para alzar un poco su cabeza, y mirar su cara, por l menos una vez.

-Tienes unos ojos muy bonitos, ¿Te lo han dicho ya?- Seokjin expresó cuando alcanzó a ver los pequeños pero bellos ojos de Jimin.

-No se supone que ligues con él, Seokjin.- Yoongi se levantó para adentrarse al baño, golpeando un poco la puerta.

El invitado rió y volteó hacia Jimin, el cual tenía una sonrisa en su rostro, y un brillo especial en sus ojos.

-¿De verdad cree que mis ojos son bonitos?-

-Claro, por algo lo dije, ¿Te lo habían dicho?-

-No, de hecho no, nadie me da cumplidos, tal vez es por el hecho de que soy un poco asqueroso.- De nuevo la mirada de Jimin fue al suelo, mientras se hacía más pequeño en el sofá, inconscientemente.

-¿Asqueroso?, Jimin, yo te veo como alguien limpio y puro, ¿de qué hablas?- el doctor se acercó un poco más al pequeño chico, para poder escucharlo más alto.

-Sí, bueno, creo que esa es la razón por la que no tengo muchos amigos, soy gordo, y no muy agradable.-

-Jimin, no es así, acabo de conocerte y creo que eres una buena persona, no hables así de ti.-

-Iré a mi habitación ahora, hasta luego, Seokjin hyung.- Jimin se levantó rápidamente y se adentró al pasillo que, Seokjin supuso, llevaba a las habitaciones.

-¿Qué sucedió?- Yoongi salió de la cocina mirando a Seokjin, tirándose a un lado de su amigo.

-Él está comiendo bien, ¿Cierto?-

-No lo miro todo el día, pero supongo que lo hace, ¿hay algo mal?- Yoongi empezó a sonar interesado en lo que decía su invitado.

-Yoongi, creo que esto es más que un problema de autoestima, el chico puede tener también algún transtorno  alimenticio, ¿Crees convencerlo de ver a un doctor?-

-Supongo que puedo hablarlo con él, solo no quiero asustarlo, apenas nos estamos conociendo, sabes.- Yoongi frotó sus manos en su pantalón, para quitar el sudor que de repente había aparecido.

-Trata de hacerlo, no queremos nada igual a lo de Moonbyul.

Recuerden comer bien y ser muy felices, juro no tardar en actualizar.

Operación amarse. | yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora