12.

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-No puedes forzarlo a entrar a una clínica, Yoongi, si él no quiere ayuda de un profesional, ¿Qué más podemos hacer?-

Seokjin y Yoongi llevaban ya unos treinta minutos discutiendo de cómo conducir a Jimin al hospital, pero no lograban ponerse de acuerdo. Al final, quedaron en que Seokjin invitaría a cenar a Jimin, hablaría con él de cómo lo ayudaría, le diría que es un doctor y conocía su situación.

-Necesito ir a visitar a un paciente, Yoongi, te veré cuando pase por tu casa, ¿vale?.- Seokjin se levantó y llevó su mano a la cabeza de Yoongi, revolviendo sus cabellos un poco, como un signo de aprecio.

-Está bien, hyung, gracias por todo.- una sonrisa traviesa se hizo presente en la pequeña cara de Yoongi, se levantó y salió de aquél gran hospital, suspirando empezó a caminar, sin rumbo alguno, simplemente en línea recta, pensando en Jimin, en él, en todo.

Desde que la relación con su compañero de piso se había hecho más estrecha, era indispensable para él ayudar a su amigo, le importaba que aquél chico con el que vivía fuera feliz, que amara todo su ser, desde sus anchos labios hasta sus pequeños y redondos dedos.
Sabía que nada de esto iba a ser fácil, claro que no, Seokjin le había informado a lo que se enfrentaba al tratar de ayudar a alguien con problemas, porque no sólo era Jimin, el mismo Yoongi tenía que ponerse alerta a sus propios comportamientos, ya que el estrés que le causaba ayudar a Jimin, podría afectar a su mima autoestima.

Sin darse cuenta, ya estaba en casa, las luces eran visibles por el reflejo en las ventanas, el sonido de una melodía que venía desde adentro llamó su atención, ¿ese era Jimin cantando?, pegó su oreja a la puerta como si de una caricatura se tratara, empeñándose en descubrir si sus sospechas eran ciertas. Y sí, era Jimin cantando, no reconocía realmente la canción, pero viniendo de la melodiosa voz de Jimin, la canción tomaba un gran sentido de belleza.

Yoongi entro sin hacer ruido, quitó sus zapatos y entró sintiendo el frío piso bajo sus pies, dándole escalofríos por todo su cuerpo, llegó a la sala de estar, en donde Jimin se encontraba, limpiando con un pequeño trapo los muebles que ahí de encontraban.

-Oh, Jimin, ¿Qué cantas?- Yoongi se animó a preguntar, sorprendiendo al menor, ya que no se había dado cuenta de la llegada de su hyung.

-Yoongi hyung, no me asuste de esa manera, gracias. Estoy cantando algo que escuché en la calle hoy, supongo que será de algún grupo famoso, no tengo mucha idea.- el menor se encogió de hombro para después voltear y mirar al pelinegro.- ¿No le molesta que cante?, no lo hago muy bien, y puede que le moleste.

-¿De qué hablas?, cantas bien, Jimin, tienes una muy bonita voz, ¿Lo sabías?- el comentario hizo que un Jimin ruborizado riera mientras bajaba su cabeza.

-Terminaré aquí para ir a mi habitación, avíseme si necesita algo de mí.- hizo una pequeña reverencia, terminó de limpiar el mueble para después dejar su trapo en la cocina y subió rápidamente a su habitación.

Yoongi sonrió para asentir, sabía que Jimin no era una persona acostumbrada a recibir cumplidos, pero él sabía que le hacía bien recibirlos, lo que tenía de diferente que él lo alagara, era que Yoongi se lo decía con el corazón, y no por compromiso.


~°~

Jimin sintió su celular vibrar en su bolsa trasera del pantalón, lo sacó para encender su pantalla y darse cuenta de que tenía un mensaje nuevo de Seokjin, sonrió y lo abrió sin rechistar.

Seokjinnie hyung.
-Jimin, ¿Estás libre mañana en la noche?, me gustaría invitarte a cenar, ¿Qué dices?:).

Hola hyung.~
Me gustaría salir contigo, ¿En dónde te veo?

Seokjinnie hyung.
Iré por ti a tu hogar, no te preocupes.
Te veré mañana, buenas noches. :')

Bloqueó su celular para después ir a ponerse su pijama y arroparse, al estar en esa posición, con la luz apagada, uno de sus peores enemigos apareció, la duda.

¿Para qué quería Seokjin salir con él?

¿Había hecho algo malo?

¿Seokjin le diría lo despreciable que es?

Operación amarse. | yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora