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No creo que sea necesario decir quién soy, es bastante obvio si la nota anterior fue escrita por Hoseok. Aún así... Hola Namjoon, viejo compañero de banca y gran amigo. 

¿Acaso no extrañabas mi sublime presencia? Tranquilo pequeño, tu hyung Yoongi llenará tu vacía vida con consejos, no te costarán ni siquiera tres dólares. 

Quería comenzar mi aporte en este cuaderno con alguna reflexión filosófica, de esas que te encanta leer cuando estás esperando en las filas del supermercado; pero estoy un tanto indispuesto

O enfermo, como quieras llamarlo.

Pero, podré tener la garganta cerrada y los ojos llorosos, sin embargo mis manos están en perfecto estado, mis ganas de escribir a flote, y el cuaderno estaba justo al lado de la cama. 

Eso, y Hoseok salió por ingredientes para hacer esa típica sopa que hacen en su familia, que aunque sepa extraño ayuda, tú al ser su amigo desde pequeño debes de haberla probado al menos una vez, y si no es así... envídiame.

Tal vez me desvié del tema, pero es necesario que sepas lo enfermo que estoy, de no ser así, no le darías veracidad a mis palabras; te conozco.

Recuerdo que si algo te caracterizaba cuando estábamos ambos en la universidad era la poca paciencia que le tenías a las enfermedades; decías que eran males que retrasaban tus estudios y te hacían pensar en cosas desagradables, como cuántos pañuelos has usado o cuántas veces has ido al baño en todo el día. Digno de tu persona, Kim Namjoon. 

Sin embargo, existe una manera de pasar las enfermedades de una manera soportable, y sí, hablo de cuando tienes pareja y estás enfermo. 

Cuando terminamos la carrera y comencé a trabajar, lo último que pasaba por mi cabeza era cuidarme (y lo sabes), casi año y medio después sigo siendo igual de descuidado, con la mínima diferencia de que ahora Hoseok y yo estamos juntos. Y jamás me arrepentiré de ello, (cosa que también sabes) más allá de que ahora estemos juntos, me enseñó a cuidar de mi salud y detalles de mi vida personal. 

Como te puedes imaginar, de alimentarme mejor y tener una vida más saludable, y blah, blah, blah. 

Aún así, por más esfuerzo que hagas en salir abrigado cuando hace frío, o llevar suficiente agua en días calurosos, hay veces en que los malditos virus son tan escurridizos que te enfermas e incluso te frustras por haber sido tan idiota y no haber notado los indicios de la misma. 

La primera vez que me ocurrió eso fue con un ligero catarro, nada que no se pudiera controlar con jarabes dulzones y té caliente por la noche antes de dormir, sólo que había un pequeño detalle:

Me avergonzaba que Hoseok me viera en ese estado. 

Fingía estar en mi mejor momento cada vez que me invitaba a caminar por las mañanas, aunque mi cuerpo pidiera casi a gritos que me abrigara y me hiciera un rollito entre mis cobijas, o cuando comía helados y té frío por las tardes, aunque mi cuerpo se sintiera cada vez más débil e incómodo entre cada cucharada; Hoseok me descubrió, y yo no tuve de otra más que confesar el porqué le ocultaba esas cosas, al parecer entendió y yo creí que las cosas se quedarían hasta esa parte de la historia. 

Pero tu conoces a Hoseok cuando se trata de cuidar a alguien.

Estuve los primeros días en cama por no haber tratado el catarro como debía de ser, y para mi sorpresa, se apareció todas las mañanas en punto de las ocho para darme mi primer medicamento y evitar que me levantara por un simple vaso de agua porque "el suelo está muy frío hyung, y las plantas de tus pies calientitas, y no debes someterte a cambios bruscos de ambiente ¿recuerdas?" y todas las oraciones típicas de Hoseok modo madre protectora.

A guide to a good relationship [YoonSeok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora