Capítulo 2

328 25 2
                                    

Ya eran las diez y algo cuando decidí irme a dormir. Me fuí sin cenar solo para no tener que ver a mis padres.

Ya estaba en la cama cuando de repente me llegó un mensaje. <<Pau>>  pensé. ¿Como se lo voy a decir? ¿como le digo que quizás no vuelvo a verla? odio esto de verdad.

~~~~Chat~~~~

Pau:  Hey! ¿Qué tal todo?

Yo: ¡Pau! Pues... no muy bien la verdad.

Pau: Y eso?

Yo: ¿Mañana quedamos y te lo cuento todo?

Pau: Sí, mejor, que me muero de sueño.

Yo:  Naniitt <3

Pau: Chau <3

~~~~~~~~~~~~~

Suena el despertador, hoy es sábado lo cual, no hay instituto. Si hubiera instituto toda la semana acabaría suicidándome. ¿Que se supone que me debo poner para esta ocasión? ¿como decirle que seguramente no volvamos a vernos nunca? Pff que mierda.

Al final decidí ponerme unos vaqueros cortos, una camiseta de tirantes de color cielo y mis preciadas vans. Estuve caminando de un lado a otro pensando en lo que podría decirle para que sonara medianamente bien.

Hacía un día precioso. De camino al parque me encontré con un hombre que paseaba unos 20 perros, y no exagero. 

Cuando llegué a casa de Pau, toqué el timbre y me abrió su madre, la saludé, le dí dos besos y me dijo que entrara. La oí chillando y cada vez se la oía mas cerca, hasta que la ví que venía corriendo hacia mi, y me saltó encima abrazandome.

-Vamos a dar una vuelta y a comer unos helados que e cojido un poco de dinero.- se lo diré en el helado... si surge.

-Vale.- le dije.

Llegamos a la heladería.

-Tarrina, una bola de menta con chispitas de chocolate por favor.- dijo, no se como puede mezclar menta con chocolate.

-Yo también tarrina, bola de nata con sirope de chocolate.

-Adiós.- Dije

-¡Gracias!.- dijo Pau cuando salíamos por la puerta.

Fuimos al parque mas grande de la ciudad y nos sentamos en un banco. Las dos estuvimos calladas comiendo el helado. De repente me cojió del brazo y me llevó al cesped (en el cual casi piso una mierda de perro mas grande que mi zapato) y nos sentamos (a unos muchos metros de la mierda inmensa).

-¿Qué te pasa?- dijo por fin.

-Pues que...- y empieza a sonar mi movil.- Un momento.

Era mi hermana, oh dios, ¿esque me tiene que estar molestando siempre? A veces me gustaría ser hija única.  Por fin colgué y me preparé para soltarle el rollo de mudarme.

-Pues que... Han ascendido a mi padre y nos mudamos lejos de aquí- se quedó con la boca callada mirandome a punto de llorar.

-Pero...- dijo, se le salian las lágrimas y me abrazó.

-Supongo que allí habrá cobertura, podremos hablar por telefono y por skype.

-¿Me estas diciendo que no voy a verte más?-, esto estaba resultando mas duro para mi que para ella.

-Mas o menos... Pero puedo ir a visitarte, o puedes venir tu, me han dicho que hay piscina y además la casa es grande.- las dos sabíamos que no volveríamos a vernos.

-No quiero que te vayas.- dijo, y comenzó a llorar. 

-Volveremos a vernos, ya verás.- me saqué un pañuelo del bolsillo y se lo dí.

Le acompañé a su casa, nos dijimos adiós, posiblemente esa sería la última vez que nos veíamos en persona.

De camino a mi casa, volví a encontrarme con el chico de los 20 perros y me paré a acariciarlos.

-Una perra de dalmata acaba de parir, está en la perrera.- Me dijo. No se muy bien por qué me lo decía a mi pero bueno-, Puedes ir a verlos, son adorables.

-¡Vale!.- Amo a los cachorros, y los dalmatas son mi raza favorita, era imposible resistirme.

Mis padres no quieren perros, pero mi hermana y mi hermano si, somos tres contra dos, ganamos por mayoría, no se porque no quieren perros, si son el mejor amigo del hombre, y ahora que yo me e medio quedado sin mejor amiga, un perro o una perra podría consolarme.

Llegué a la perrera (que casualmente estaba a dos manzanas de mi casa) y pregunté por los cachorros. Me acompañaron a verlos y me quedé embobada viendo como se movían, ¡parecían de jugete!  Una señora, que tenía toda la pinta de ser la encargada, me dijo que si quería llevarme uno.  Asentí.

-Elige el que quieras- me dijo sonriendo.

-Son todos preciosos, no sé cual elegir - pero en verdad, lo tenía claro.

Cogí uno que me había llamado la antención desde el principio porque no dejaba de mirarme, era macho, pero me dió igual.

Cuando iba hacia mi casa, me quedé pensando en lo que dirían mis padres. Posiblemente surgiría la 3º guerra mundial porque ellos odian los perros. Y si aceptaban tener un perro, hubiera sido por haberle dado la tabarra mucho tiempo, y aun así hubiera sido un perro pequeño, no un dálmata.

---------------------

Y hasta aquí el caítulo 2   :3 no puedo parar de escribir pero creo que ya basta para este cap.

Beesitoos <3

¿Hay alguien ahí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora