Me desperté, Roko ya se había levantado y estaba esperando a que le abriera la puerta para salir, porque, obviamente no iba a dormir con la puerta abierta. Abrí y bajamos los dos. Me dirijí a la cocina a por un vaso de zumo para desayunar. Cuando me lo terminé volví hacia las escaleras cuando de pronto vi a Roko delante de la puerta de la entrada. Le abrí y salió corriendo, supongo que para hacer sus cosas. Es increible lo listo que es siendo tan pequeño. Entró en pocos minutos y cerré la puerta.
Me vestí para ir al instituto y miré en el calendario, solo faltaban seis días para terminar y comenzar las vacaciones de verano.
Estaba apunto de salir por la puerta cuando mi madre bajó las escaleras y en pijama.
— ¡Mamá pero que haces! voy a llegar tarde por tu culpa.
— Pero hija, hoy no debes ir al instituto.
— ¿Qué? ¿Por qué?
— Saliste ayer del hospital, ¿estas loca?
— No mamá. No estoy loca, simplemente quiero ir, porque me perderé el baile de final de curso y más cosas. — mi madre suspiró cuando dije eso.
— Bueno... Esperame en el coche, ahora salgo.
— Pero no tardes, que tenemos un camino de veinte minutos por delante y ya llegamos tarde.
Salí de la casa y me metí en el coche a esperarla. Pasados unos diez minutos salió y se dirijió hacia el coche, entró, metió la llave y arrancó. Estuvimos sin hablar todo el camino.
Llegamos al instituto Esperanza, no había casi nadie, claro, estaban en la acampada.
— ¿Estas segura de que quieres ir? No a venido casi nadie. — me dijo antes de que bajara.
— Segura. — suspiré y bajé del coche. —. Adiós mamá.
— Adiós hija, ¡diviertete!
Es imposible divertirse cuando no conoces a nadie y practicamente todo el mundo te evita. Pero prefería estar aquí que estar en casa oyendo ruidos por todo. Ni de coña iba a quedarme sola mas de cuatro horas, porque mis padres se iban a trabajar y mis hermanos no estaban.
Llevaba cinco libros en las manos y caminaba hacia la puerta cuando un chico se chocó conmigo y me los tiró. Parecía que lo había hecho aposta porque no había más que dos o tres personas fuera y la puerta era lo suficientemente grande como para ni rozarnos al entrar.
— Lo siento. — me dijo.
— No, no pasa nada.
Me agaché para recojerlos, el también se agachó y me ayudó. Nos levantamos y levanté la vista para verle la cara. Era exageradamente guapo y cuando iba a decirle que gracias, se me hizo un nudo la garganta.
— ¿En qué clase estás? ¿Eres nueva? — me dijo mirandome con esos ojos verdes que me dejaban atontada.
— Segundo, segundo 'A'. Y sí, soy nueva, — le dije. La voz se me trababa todo el tiempo. —, ¿y tú?
— Tercero 'B' .— dijo. Joder esque hasta su voz era increible. — ¿Como te llamas?
— Ana, ¿tú?
— Marcos. Ana... Bonito nombre.
— Gracias, igualmente. — estaba comenzando a ponerme mas roja que campanilla cuando se enfada.
— ¿Entramos?
— Sí, claro. Vamos.
¿Qué se supone que hay que decir en esta situación? en teoría el chico le dice a la chica que si quiere ir con el a tomar algo, pero, el no dijo nada. Pero creo que... como se dice... creo que me e enamorado, ''un flechazo''.
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¿Hay alguien ahí?
Mystery / ThrillerAna es una chica de 14 años, pelo por los hombros castaño y ojos azules. Se verá envuelta en muchas cosas. Se mudará con su familia a una casa en la que pasan cosas extrañas y... Ahí os lo dejo! ;) ~Muertes, amor, desamor, felicidad, terror y muerte...