Capítulo 8

176 17 2
                                    

Habían arboles por todas partes, obvio, es una montaña pero, era tan mágico poder estar en un sitio así, lleno de flores y con el chico que te enamora.

Nos dirjimos a una especie de mirador, donde se veían unas vistas extremadamente hermosas. Pero no había nadie, nadie contemplando esa maravilla, estábamos solos.

— Bonitas vistas.

— Són preciosas. — respondí.

— Olle... Que sepas que si intentas besarme no te detendré. Ten lo por seguro. — dijo mirándome con esos ojazos. Me reí y miré al horizonte.

— Contigo es todo diferente.

— ¿En qué sentido?

— No sé, el tiempo se me pasa más rápido cuando estoy contigo. — le dije sonriendo.

— Que sepas que nunca me arrepentiré de haberte conocido.

— Lo mismo digo. — Le dije —. Olle... ¿Puedo preguntarte algo?

— Dime.

— ¿Has besado alguna vez a alguien? — me dió verguenza decirle eso, pero yo nunca besé a nadie y seguramente lo haga peor que todas a las que se habrá liado el.

— Que yo recuerde, solo una. ¿Y tu?

— Yo... em... pu-pues... No... Nunca me e liado a nadie.

— ¿En serio? — dijo riéndose.

— No te rias. — dije pegandole un pequeño empujón.

— Si quieres yo puedo enseñarte a besar.

— ¿Otro de tus trucos para ligar eh?— dije y sonreí. — Pero no.

— Que sepas que soy la mejor decisión que aún no te atreves a tomar.

— Vas un poco rápido, ¿no?

— Pf, esque, ya sé que en el amor hay que ir despacio pero, no puedo, contigo no.

— ¿Por qué? — dije con miedo.

— Porque tengo miedo de que otro te enamore antes de que lo haga yo.

— Dudo que eso vaya a pasar, no creo que ningún otro chico vaya a fijarse en mi.

No contestaba así que giré la cara hacia el, me estaba mirando, nos miramos un segundo que pareció una eternidad. Se acercó lentamente hacia mi y me besó, yo tenía miedo de hacerlo mal, cerré los ojos y que fuera lo que dios quiera.

— Besas mejor que mi ex. — dijo.

— Ya claro.

— Sabes a fresa.

— Es el cacao, que es de fresa. — me reí.

Ya era tarde y tuvimos que bajar e ir al instituto. No sé como explicar esto, fue mágico, no puedo creermelo, de verdad, tiene los labios muy blanditos y uf... Fué muy especial, besa tan bien, quiero que esto se repita, esque, es increible como de un día para otro mi vida a podido cambiar tanto.

Estuvimos hablando todo el camino de bajada e ida al instituto y aún estaba muy emocionada.

— He hecho realidad mi sueño, — dijo sonriendo. —, gracias.

— Yo también he cumplido un sueño.

— ¿Haber besado a alguien?

— No, haberme enamorado. — le dije, sonrió, así que yo también.

 Llegamos al instituto y mi madre llegó segundos después, fué un alivio que no se diera cuenta de que no había ido a clase. Aparcó delante de la puerta, como siempre, y Marcos ya iba a darme un beso.

¿Hay alguien ahí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora