02 ↠ 친애하는 ...퍼즐?

56 5 7
                                    


 No fue precisamente el sol lo que me despertó. No fueron mis persianas azotando las ventanas ante el viento que salvajemente intentaba entrar en mi habitación. Tampoco lo fue el dolor persistente que mi cabeza empezaba a soportar, ese que pinchaba cada vez con más fuerza y no me dejaba concentrarme en dormir. Ni el dolor de pies por los tacones, ni el de las piernas por el poco descanso. La sensación de sequedad que tenía mi garganta aquella mañana tampoco fue el causante, por no hablar de la angustiosa llamada que hacía mi estómago en busca de alimento. No, no fueron ninguna de esas cosas. Fue Jiho. Y me hizo despertar de muy mal humor. Habría aguantado a Sunmi dar golpes en la pared por culpa de un cabecero y un tío encima de ella. O ella encima de un tío. Pero no, no era mi mejor amiga, no era mi compañera de piso. Era Jiho y alguien más. Desperté y mis ojos no se atrevieron a abrirse ni un poco. No había luz pero parecía que si los abría podría quedarme sin retinas. Me llevé las manos a la cara en un quejido mientras mi oído se pegaba a la pared de enfrente de mi cama, sin necesida de moverme de ella desde luego; un par de voces desconocidas, Jiho y Sunmi y seguramente, la televisión. Retiré las palmas de mis manos del lugar que protegían y utilizando la poca fuerza que mis abdominales tenían me alcé sobre el colchón quedando sentada en él. Si alguien me hubiese visto habría jurado que estaba poseída por el maligno, pero así eran mis resacas, y eso que sólo era la primera de aquella semana.  

 Con cuidado abandoné la cama y retiré los mechones oscuros de mi rostro, esos que se habían colado allí durante... el día que había dormido. Mis pies descalzos se dispusieron a salir por la puerta de mi habitación sin siquiera mirar el móvil o la hora, sin molestarme en saber si había dormido un día o dos. Así abrí la puerta con cuidado pero la condenada hizo aquel característico sonido tan chirriante que provocó que me doliese algo más aún la cabeza de lo que ya lo hacía. Seguro que se habrían percatado de mi despertar, pero eso no me quitó el privilegio de andar en ropa interior por mi casa. O al menos, con parte de ella. A la altura del salón divisé a Jiho y éste, como si de una bomba me tratase, abrió los ojos de par en par y salió corriendo hacia mí, agarrándome de la cintura con tal de que me diese la vuelta. El quejido por mi parte se escuchó cinco pisos más abajo.   

- ¡Joder! ¡Buenos días a ti también!

- Buenos días, Hye... - Añadió con una risa algo rasposa, aflojando el agarre que había instalado en mi cintura. Lo cierto era que sentir su piel desde tan temprano en mi cabeza conseguía ponerme algo de mejor humor.

- ¿Puedes explicarme por qué estamos así en medio de mi pasillo, por favor...?

- Pues porque vas desnuda con cuatro personas por tu casa... y aunque me alegre mucho verte con tan poca ropa, no creo que al resto les haga la misma gracia...

- O igual sí, tú que sabes. 

Me solté con cuidado de su agarre pues era consciente de que no iba a costarme y lo esquivé, pasando por su lado con dirección a la cocina. Necesitaba agua y luego me plantearía volver a mi habitación a por algo de ropa o a lo mejor darme una ducha. La melena negra tapaba lo justo por mi espalda para que aquellos que estaban sentados en mi sofá hiciesen las suposiciones que gustasen de si llevaba o no llevaba un sujetador. Al abrir la nevera nadie iba a ver más que mi cara de recién despierta y algo resacosa, por lo que tampoco pasaba nada. Alcé la botella de agua más cercana a mi alcance y la bebí como si nunca hubiese probado gota, como si muriese por deshidratación. Suspiré de alivio y volví el rostro a la puerta, lugar donde yacía el mismo chico que me había sujetado segundos antes con tal de que los del salón no viesen lo que estaba haciendo.

- ¿Quiénes son?

- ¿El salón dices? Sunmi, Hyoseob y un amigo... Te recuerdo que hoy volvemos a salir, fuiste tú quien hizo el "calendario" de nuestra semana...

heroin ↠ myg + shjDonde viven las historias. Descúbrelo ahora