El Mundillo

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Me llamo Marcus Speed, tengo 20 años. Mi padre acaba de morir, y justo antes de morir me desvela que es un matón de la Mafia. Todo muy difícil de procesar. Ahora estoy en una ciudad nueva, con un "amigo" que conocí online. El muy cabrón me ha dejado tirado, y seguramente ahora yo reciba una paliza de unos pandilleros latinos.

Oscar: Ése amiguito tuyo me robó el coche, pendejo.

Miembro de la banda: Sí, pendejo.

Oscar: No puedo meterle una paliza de muerte porque está rodeado de las zorritas de Greenwich.

Miembro de la banda 2: Yo alcancé a darle unas ostias.

Oscar: Te voy a dar una oportunidad putito, traeme a ese cabrón aquí y te dejaré en paz. Tú te vas y él se queda. ¿Qué me dices?

Marcus miró para otro lado y no dijo nada.

Miembro de la banda: ¡Respóndele al jefe, puto!

El pandillero comenzó a gritarle y a insultarle, en ese momento Marcus dejó de pensar, sacó la pistola que David le habia dado. Sentía su pulso a través de sus ojos, el corazón le iba a mil. Le puso la pistola en la cabeza a uno de los pandilleros, el silencio se lo tragó todo. Marcus apretó el gatillo, clic... el cargador estaba vacío.

Marcus: ...

Los pandilleros comenzaron a reírse.

Oscar: Vaya... muy valiente carnal. Muchachos... quiero verle ese ojo bien moradito.

Los Vatos comenzaron a golpearle mientras Oscar se fumaba un cigarrillo. Marcus intentaba defenderse pero eran demasiados para él. Le acabaron dejando en el suelo.

Oscar: O me traes a la putita ladrona o te volveremos a apalizar, te doy unos días.

Se fueron dejando a Marcus en el suelo escupiendo sangre. Horas mas tarde recibió un mensaje de David que decía: Eh k pasa tronco, dnde estas? Ven a mi kelly te paso la direccion.

Marcus apretó los dientes y buscó la dirección en el movil. Cuando llegó a casa de David llamó a la puerta. La puerta se abrió y salió Clayton que se estaba yendo a su casa. Miró a Marcus extrañado y se fue.

David: ¡Pása colega!

David estaba jugando a la consola. Marcus le quitó el mando y lo tiró.

David: Eh, ¿Qué coño haces... ¿Qué cojones te ha pasado en la cara?

Marcus: ¡Escúchame gilipollas de los cojones! ¡Me dejaste tirado y unos putos doritos me han dado una paliza brutal! ¡Debería hacerte lo que me hicieron ellos!

David: ¿Doritos?

Marcus: ¡Dios! Eso es lo de menos, el caso es que me han dado una paliza por tu culpa. ¡Idiota!

David: Eh, por cierto, por fín hablas mamoncete.

Marcus se había hartado de David y le cogió la pistola vaciandole el cargador para quedarse él con las balas.

David: Eh, ¿Qué haces? Las balas son caras.

Marcus había decidido buscarse la vida solo, sin ayuda de David, y lo haría al estilo de su padre. Dando un paseo por la ciudad se dió cuenta de que la mejor forma de empezar en el mundillo sería robar un coche, lo malo era que no sabía como hacer un puente así que decidió buscar a Han. Esperó en el aparcamiento donde David les había presentado. Al caer el sol empezaron a reunirse todos en aquél lugar.

Marcus SpeedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora