Capitulo 20: Afrontar el presente

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-No puedo creer que el se acostara con Emília! Esta vez estoy cien por cien segura que no era un vídeo editado. Era el. Era su cuerpo, era su amiguito introduciéndose en ella una y otra vez. La última vez fui una tonta en no darme cuenta de detalles que saltaban a la vista que no era el. Aunque solo lo haya hecho una vez con el, se reconocer perfectamente cada milímetro de su cuerpo. Fue una noche entera muy linda con el que ahora solo será un viejo recuerdo, mi primera vez fue con el... Fue una noche muy linda, era la primera vez para ambos, éramos muy torpes, demasiado, y nos reíamos en cada momento. Recuerdo que el no sabía como introducirse en mí a pesar que estaba muy despierto y yo tampoco sabía nada del tema por muy despierta que también estaba. Recuerdo que se nos olvide el tema del preservativo y de ahí la pequeña Sol. Fue una noche que empezó como una fiesta entre amigos, nosotros éramos novios entoces, entre miradas y miradas nuestro deseo crecía y nos escabullimos de ahí para estar a solas y paso lo que pasó. Se que he cometido un gran error, jamas debí esconderle que Sol era su hija, debí habérselo dicho cuando lo tenía delante. Ahora el me odia...pero me ha roto el corazón como nunca antes lo habían hecho, más que la última vez. Creí que después de todo Sol de algún modo nos volvería a unir, soy su madre y el su padre, y si ella existe es gracias a nuestro amor, al que hicimos, pero ahora se que no. Ahora se que no hay posibilidades que volvamos a estar juntos. Lastimosamente se que el ya ha girado la página y muy rápido, y eso duele... lo he perdido...- Luna lloraba en los brazos de su amiga Nina, desconsolada, el cuerpo entero le temblaba. Vio el vídeo y estuvo un rato largo andando por la cuidad de Buenos Aires sola. Estuvo conteniendo las lagrimas pero en cuanto la puerta de la casa de Nina se abrió, ella soltó todo el dolor que llevaba dentro, y era uno muy grande, le dolía el pecho y sentía que el corazón se estaba muriendo. No podía creer aún el vídeo que Emília le había enseñado, no podía entender como Emília había grabado esa intimidad tan grande y después se la había enseñado. Menuda falta de respeto para Matteo y ella. Sea como fuera, sentía un gran dolor en su interior.

-Amiga...no tengo palabras en este momento que te puedan consolar, losiento mucho enserio. Pero yo te dije desde un principio que esconderle la verdad no era una buena opción, que tarde o temprano se acabaría enterando y que le dolería mucho que se lo hubieses ocultado. El acepto a la pequeña sin saber quién era, le dio igual que no fuera su hija, le dio igual de quien fuera, le brindó aún así un amor de un padre. Sabes porque? Porque te ama Luna, y se que lo hace de verdad. Muchos hombres se hubiesen alejado de ti al verte con una niña de casi tres años. Pero el no lo hizo y se quedó contigo. Y tú cómo se lo agradeces? Mintiéndole! Ocultándole una verdad súper dolorosa! Y después te quejas de lo que hicieron la Señora Sharon y Ámbar hace unos años ocultándote que eras Sol...- 

-Lo se Nina, créeme que lo sé. Se que he hecho tan mal como ellas y peor aún, porque es hacia una persona que yo... que yo amo- Luna no podía evitar que las lagrimas cayeran por sus mejillas, habían hecho un daño horrible a la persona que amaba, y ahora el le había hecho aún más daño del que ya sentía con ese vídeo.

-Hoy Matteo paso el día con Sol, pero has de saber que aún ella no sabe nada de este tema. El no le ha dicho aún que Sol es su hija, creo que está esperando el momento oportuno. Igual es un tema que si o si tendréis que hablar tarde o temprano porque ahora que el sabe la verdad no se quedará de brazos cruzados, el quiere que su hija sepa que el es el padre-

-Lo se, pero pasito a pasito por ahora, ahora nuestras vidas son un huracán de emociones y cuando esté todo más ordenado lo hablaremos. No quiero que Sol se vea influenciada a mal en todo esto. Por ahora tenemos que afrontar el presente, ya se irá viendo poco a poco- La joven mexicana tomó un largo suspiro y se secó las lagrimas con sus mangas de la camisa.

-Sabes que puedes contar conmigo para todo, hagas mal o bien, eres mi mejor amiga y estaré siempre para ayudarte en todo lo que necesites. No quiero verte mal, te quiero mucho amiga, mi Luna loca, y solo quiero verte sonreír y que no sufras...-

-Gracias, yo también te quiero mucho amiga, neta muchas gracias por escucharme y ser mi pañuelo de lagrimas- Ambas amigas esbozaron una pequeña sonrisa cómplice. -Nina... crees que Matteo uso condom...ya sabes, al tener relaciones con Emília?- Luna levantó la mirada y Nina pudo exactamente notar como una angustia dominaba a su amiga en esa pregunta.

-Si alguna parte de el sigue amándote, estoy cien por cien segura que uso la protección. Y ahora si me disculpas, me voy un momento a la cocina que no quiero que el día de hoy se termine con más lagrimas al comer comida quemada!- Nina salió del salón y se fue a la cocina, está se encuentra detrás del salon, es decir que lo primero que ves al entrar a la casa es el salón, y después, tras una puerta de cristal, la cocina.

Luna se quedó en el sofá, acurrucada en uno de los extremos cubierta con una fina manta de color menta. El dolor en el corazón seguía ahí, y su rostro se había vuelto a cubrir de lagrimas, tenia los ojos muy rojos e hinchados . No pasaron ni diez minutos cuando llamaron al timbre. Era imposible que Nina lo oyese sabiendo lo mucho que se concentraba ella en la cocina, no le gustaba que nadie la interrumpiese ni entrase cuando ella estaba allá dentro, así que sabía que se tenía que levantar ella a abrir la puerta. Tomo un largo suspiro y se levanto a paso lento hasta llegar a la puerta que la abrió como si le costase la vida, simplemente no tenía fuerza en esos momentos, lo único que quería hacer era tumbarse en la cama y soltar todo lo que llevaba dentro de si. Lo que no se esperaba ella era que al abrir la puerta se encontraría con unos ojos miel mirándola fijamente. Noto ese mismo dolor en sus ojos cuando sus miradas se cruzaron. Los ojos de la mexicana se cristalizaron de nuevo, después de ese vídeo, no esperaba verlo el mismo día, era lo último que hubiese querido. Pudo notar como el dolor de su corazón aumentaba.

-Matteo...- Su voz estaba completamente quebrada al decir su nombre, le había costado pronunciar esa palabra, le había dolido decir su nombre.

-Vengó a hablar sobre Sol, quiero la custodia-  Sin embargo el sonó más frío que nunca.

Mi pequeña mentira Donde viven las historias. Descúbrelo ahora