Reflexiones,Danny Phantom,Multi-Capitulos Completos

Reflecciono Con Phantom,Danny Phantom,Capitulo 11

Capítulo 11

Cuando Phantom llegó más tarde ese día, estaba en el techo llorando. El viento de principios de noviembre rasgó mi ropa y la abracé. Las lágrimas parecían congelarse en mis mejillas cuando el aire frío que me había consolado la noche anterior me azotó esta noche. Me tiraron el pelo a la cara y también recibí esa sensación punzante.

"¿Sam?" La voz de Phantom estaba cargada de preocupación. Me había preocupado si mis acciones de anoche habían hecho cosas raras entre nosotros, pero no parecía haber cambiado nada. "¿Qué estás haciendo?"

"Llorando", respondí, limpiándome los ojos. Yo había caído en el hábito de llorar, al parecer. Nunca derramé tantas lágrimas como en Amity Park.

"¿Por qué?"

Quería que Phantom me buscara. Quería sentir el peso de su brazo helado sobre mis hombros, su cadera huesuda rozando contra la mía. Quería una fuente de confort físico y emocional que me había ofrecido desinteresadamente. Sin embargo, se quedó donde estaba, justo enfrente de mí. No pude mirarlo a los ojos.

"Odio a la gente". Me las arreglé para forzar esa frase entre mis labios antes de que se rompiera de nuevo, una nueva ola de lágrimas estallando a medida que los acontecimientos del día caían sobre mí una y otra vez.

"No entiendo", admitió Phantom después de un largo momento de escucharme sollozar. "Pero sea lo que sea, todo estará bien. La escuela secundaria no dura para siempre".

"Las perras lo hacen", respondí. "No importa a donde vaya, estoy destinado a ser odiado".

"Eso no puede ser cierto".

"¡Sí puede!" Pasé mis manos por mi cabello, clavándome las uñas en el cuero cabelludo. "Nunca me han gustado. Siempre he sido el niño raro. Luchaba por mi individualidad y estoy muy feliz conmigo mismo, pero a veces los clones de galletas me apuntan con sus comentarios sarcásticos que no deberían herirme. pero lo hacen y todo lo que puedo pensar es cuánto más fácil sería la vida si fuera exactamente como ellos ".

"La vida no es fácil para nadie. Todos tienen fallas y fallas y ya estás a la cabeza del juego al aceptarte como eres. Solo puedo pensar en una adolescente que pueda decir eso. Lo que sea que hagas, Sam, llegarás lejos. Puedo sentirlo ".

Me atreví a echarle un vistazo a la cara. "¿Obtuviste un poder psíquico también?" Pregunté, queriendo creer tanto en sus palabras. Yo podría vivir de acuerdo con los objetivos y las normas que había fijado para me. Crecería para cambiar el mundo como yo también lo deseaba. Quería creer en las palabras de Phantom para mi destino, tanto que podía saborearlo.

"No", Phantom negó con la cabeza, la más pequeña de las sonrisas en sus labios. "Simplemente te conozco. Probablemente mejor de lo que crees. Porque sé lo decidido que estás, lo feroz que soy. Sé lo apasionado que eres con respecto al medio ambiente y quién eres. Algún día serás una inspiración para millones de personas y donde va a ser Paullina, ¿crees? ¿Diseñando su dinero heredado para la mejor tecnología de reversión de la edad que existe?

"Ella también podría hacer algo con su vida", protesté suavemente. Aunque odiaba a Paullina con cada fibra de mi ser en este momento, quería creer en todos.

"Por supuesto", asintió Phantom, dándome esto, "pero está tan envuelta en su belleza en este momento, su belleza física . Tiene que aceptar que tiene profundidad y sueños más allá de una cara bonita. Ya lo has hecho".

"No soy bonita." Me limpié los ojos otra vez, un flujo lento y constante de lágrimas goteó por mi rostro.

"La belleza está en el ojo del espectador."