Reflexiones,Danny Phantom,Multi-Capitulos Completos

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Capítulo 21

"¿Te perdono?" Aunque probablemente fue lo más difícil que había hecho, alejé a Phantom de mí. Todavía podía sentir el frío de sus brazos a mi alrededor, el susurro de su aliento contra mi oído mientras hablaba. Pude distinguir sus ojos en la oscuridad de mi habitación.

"Por favor."

Me alejé de donde sabía que estaba parado y me concentré en encender mi luz.

"Sam, no me ignores así".

"No quiero pelear contigo".

Esta era la verdad. Lo último que quería hacer era discutir con Phantom: era prácticamente lo único que tenía en esta ciudad. Él era lo único que había tenido en toda mi vida. Él me entendió, y me hizo reír y podría seguir por días sobre lo que sentía por él. Sin embargo, algo había sucedido entre nosotros hace días. Seré el primero en admitir que, al principio, reaccioné de manera exagerada. Lo hago mucho. Eso, sin embargo, no hizo que fuera bueno para él alejarme como lo hizo él. No estaba bien para él dejarme colgando por días.

"Gracias a Dios."

Enciende la luz, me alejo de la pared para enfrentarlo. Casi esperaba que Phantom se viera diferente. Era ridículo (Phantom nunca se vería diferente) pero yo quería ver un cambio en él desde nuestro tiempo aparte, por breve que fuera. Pero él era el mismo: guapo en su spandex negro, con su pelo blanco y sus ojos verde neón que me hipnotizaban y debilitaban mis rodillas. Hablando de rodillas ... Me apoyé pesadamente contra mi puerta.

"Fui tan estúpido. Reaccioné de una manera que no debería haber tenido, y los dos sufrimos. Simplemente ...", se pasó una mano por el pelo y lo dejó en la parte posterior del cuello. A pesar de cómo me sentía enojado, el gesto seguía siendo tan sexy como el infierno. "A veces me siento tan equivocado acerca de esta relación".

Todos mis órganos internos comenzaron a hundirse hasta los pies. Un bulto apareció en mi garganta del tamaño de Canadá. Iba a vomitar. O llorar. O ambos. ¿Qué podría querer decir con eso? Reprimí mis pensamientos rampantes: no era necesario que mi mente se fuera a donde él no estaba.

"¿Qué quieres decir?"

Phantom dejó caer su brazo. "¿Quieres sentarte?" Hizo un gesto hacia la cama.

La gente se sentó por las malas noticias.

Me mudé a mi cama, acomodándome cerca de mi almohada mientras él flotaba cerca de los pies de mi cama.

"¿Asi que?" Llevé una almohada a mi pecho y la abracé con fuerza, como si fuera una cuerda de salvamento. "¿Qué quieres decir?"

"No soy para ti", las palabras parecían forzadas a salir de su boca; o tal vez solo dudaba. "Eres una chica hermosa y viva que tiene mucho delante de ella. ¿Y qué soy? Soy este fantasma que ni siquiera puedo permitirte acercarte demasiado".

"Puedes dejarme acercarme", protesté. "Simplemente no lo harás".

"Compartí algo contigo y explotó", se defendió Phantom. Abrí la boca para hacer lo mismo, pero él continuó antes de que pudiera hablar. "También es culpa mía. Debería haber sido más inteligente que involucrarme contigo, pero lo hice. Y han sido los meses más magníficos de toda mi existencia".

Mi corazón se derritió, aunque todavía se estaba hundiendo en el piso.

"Simplemente no sé qué hacer".

Se veía tan triste, tan solo, que sabía que no debía pelear con él. En cambio, ofrecí la única solución que se me ocurrió. Extendí mis brazos. Phantom miró mis extremidades extendidas, se encontró con mis ojos durante medio segundo y se derrumbó contra mí. Su cabeza se ajustaba perfectamente a mi hombro, su torso estaba hundido en el mío. Envolví mis brazos alrededor de sus costillas y sus grandes manos se extendieron por la extensión de mi espalda.