odin

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— ¡Dios!, ¡como odio el ruso! —exclamó un pequeño pelirrojo, mientras soltaba un bufido, caminando alterado por los pasillos del colegio junto con su mejor amigo castaño.

— Sigo sin entender como es que escogiste aquella asignatura —le dijo Bryan al dar vuelta en un pasillo.

— Es obligatorio estudiar tres idiomas mínimo, y español e inglés ya son obligatorios, ¡fue lo primero que se me ocurrió! —frunció el ceño mientras apretaba sus labios.

Era consiente del berrinche que se encontraba haciendo en pleno colegio, sin embargo, no le importaba demasiado. El profesor que impartía la materia de ruso lo había citado en el aula. Nada bueno podia esperarle.

— Apestas en ese idioma —dijo sin más.

— Fíjate que no me había dado cuenta —rodó los ojos y cruzó sus brazos, mientras se adelantaba al caminar, en un claro signo de enojo— Tienes que dejar de decirme eso.

— Uy, que delicadito —su amigo apresuró su paso para llegar hasta donde el pelirrojo.

— Agh, y para colmo ahora tengo que ir al aula para que me restrieguen en la cara el cero que seguramente he sacado en el examen.

— Podrías prestar más atención en clas...

— ¡Es que no lo entiendes, Kevin! —interrumpió— ¡No se me pega nada!.

— Necesitas motivación, y dejar de platicar por mensajes en cada clase, c'est facile —se encogió de hombros.

— ¡Claro!, ¡presúmeme que eres increíble en frances!, ¡agh! —se detuvo con un pisotón en frente de la puerta del aula donde le habían citado.

— Tienes que calmarte, mejor entra de una vez.

— Pff, deséame suerte —torció su boca mientras daba media vuelta y tomaba la perilla con su mano.

Bonne chance —habló divertido.

— Te odio —gruñó hacia su mejor amigo, que se encontraba riendo, antes de entrar.

Una vez dentro, logró observar a su profesor revisando algunas cosas en su escritorio. Alonso tragó saliva duramente antes de comenzar a caminar hasta este.

— ¿Me llamaba, profesor? —preguntó mientras se acercaba a este.

Da, joven Alonso..., siéntese por favor —le indicó la butaca frente al escritorio, el pelirrojo obedeció, dejando su mochila aun lado de sus piernas.

— Bueno, supongo que ya se imaginara porque le he citado —continuó hablando el hombre mientras apartaba un poco las hojas que se encontraba leyendo hacia unos segundos.

— Pues, dudo que sea para felicitarme por mi calificación —el chico hizo una mueca inconscientemente.

— En eso tiene razón, le he llamado porque ha reprobado el examen —y ese fue el momento en donde los ojos azules de Alonso se abrieron en grande, iban a matarlo al llegar a su casa— Sin embargo, no puedo dejar que un alumno tan responsable como lo es usted tenga una materia donde saque notas tan reprobables.

Русский (Russkiy) - JalonsoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora