58 a 60

904 60 9
                                    

―Entonces... ¿Qué tal el clima?

―No tienes que llenar los silencios ―le dijo Laura a Geoff, ambos ocultos detrás de unos menús y observando atentamente la cafetería en la que Shawn y Camila se juntarían a hablar. Demás está decir que estos sabían a la perfección lo que estaba pasando en cada lado de la historia, aunque no se la hubieran aclarado del todo al otro.

―No puedo creer que ni me dijo que se iban a juntar ―dijo Laura ofenida.

―¿La puedes culpar? Van a hablar de algo importante y no quieren que nadie se entere.

Y eso que igual estaban espiándolos.

―Igual no puedo creerlo. K solía contármelo todo y ahora sólo viene conmigo para llorar. Parezco un maldito pañuelo.

―¿No están para esos las amigas?

―Sí, pero también quiero enterarme de lo interesante. Las primeras veces era empática pero después de como veinte sesiones de llanto una se vuelve insensible, ¿Sabes? ―Desvió la mirada a la entrada antes de abrir sus ojos y volver a ocultarse detrás de su menú porque reconoció a la pareja que por fin se apareció en el local.

Shawn y Camila tomaron asiento en un lugar libre y empezaron a hablar.

―¿Qué le estará diciendo? ―dijo Laura.

Geoff se mordió el labio intentando contener sus ganas por contarle lo que estaba pasando con Hailey pues no tenía derecho a irlo anunciando cuando Andrew fue tan claro con lo de ser discretos con el tema.

―No escucho nada. ¿Y si nos acercamos?

―¿Estás loca? Nos van a ver.

―Sólo un poco.

Geoff suspiró rendido.

―Bien.

Muy sigilosa y ridículamente, se las ingeniaron para sentarse en una mesa más cercana a la pareja.

―... Es que me tenías preocupada. No contestabas mis mensajes ―oyeron decir a Camila, avergonzada y claramente intentando aparentar su estrés.

Shawn no la miraba a ella sino sus manos. Jugueteaba con estas para calmar sus nervios sin éxito alguno. No podía verla. No sabiendo que estaba a punto de romperle el corazón.

―Pensé que te había pasado algo.

―Tengo que decirte algo muy importante ―la interrumpió él entonces.

Ella guardó silencio. Shawn quiso desfallecer al ver preocupación genuina reflejada en los ojos de la chica. Tenía la mirada tan ilusionada y llena de esperanzas y ahí estaba él a punto de mandarlo todo a la mierda, tal y como siempre.

Quiso hablar, pero las palabras no le salieron. Se le trabaron en la garganta.

―Shawn... ―Camila le tomó la mano.

Él se le apartó al instante. Camila lo miró desconcertada al verlo esconder las manos bajo la mesa y alejársele muy sutilmente. Sintió que se le oprimió el pecho.

―¿Es por lo de la otra noche? ¿Te arrepientes? ―preguntó ella con su voz apenas audible.

«No. No es eso, Mila.»

―Pensé... Pensé que también querías ―susurró lamentosa.

A Shawn se le partió el corazón al oírla así de mal.

―Dijiste que también me amas. ¿Acaso era...? ¿Era mentira?

«No, por supuesto que no lo es. Te amo, K. De verdad te amo como a nadie más. Por favor, no hagas esto más difícil de lo que ya es.»

―Por favor, no me digas que era mentira. Yo no mentí.

«Por favor, Camila... No lo hagas más difícil.»

―De verdad te amo. ―Camila apenas logró sacar la voz antes de que se le rompiera debido a la ansiedad del silencio. Le brillaban los ojos, estaban a punto de derramárseles por saber lo que él diría: "Esto fue un error", "Eres una fácil", "Fue cosa de una sola vez, ¿Acaso de verdad creíste que se iba a repetir?", "Jamás estaría con alguien como tú."

―Por favor, Shawn... No me hagas esto. Quiero estar contigo. Quiero amarte. De verdad sólo quiero hacerte feliz.

M.Cabello (Shawmila)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora