Capítulo 3: El Taller

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Si os hablase de Él... ¿qué os diría?

El lugar.

Sí, supongo que empezaría por el lugar...

A primera vista: un simple taller.

Roca mezclada con madera.

Robustas vigas sujetaban el techo.

Una enorme mesa de madera pulida, muy agradable al tacto.

No era un lugar demasiado grande.

O al menos, no lo parecía.

Estaba muy desordenado.

Y había muchísimas cosas, más de las que parecía que cupieran.

Había algunas velas distribuidas por la habitación, pero en general estaba bastante oscuro.

Y de repente...

¡¡¡RASS!!!

Las cortinas se descorrieron y apareció un interminable mar de estrellas.

Dicen que quien nunca se sintió amado, no es capaz de amar.

Pero cuando aquel hombre dejaba entrar los rayos en la curiosa sala,

hasta el ser más ciego se habría internado en un universo compuesto por luces de tantos colores que ni se sabía que existían.

Pero... ¿por qué?

Ese señor tenía la colección de diamantes más maravillosa jamás vista.

Más tonalidades, formas y brillos de los que podrías imaginar.

Todos los tamaños posibles                   [e imposibles].

Rayados, curvos, pulidos, abruptos, con manchas, mezclas de texturas, coloridos e incluso olorosos.

Pero lo que los hacía especiales era la perfecta armonía del desorden en el que estaban colocados,

y lo diferentes que eran todos entre sí.

Cada uno era radicalmente opuesto al contiguo,

y eso era lo que los hacía hermosos.

La diversidad era la verdadera obra de arte.

Y a partir de la magia que los minerales desprendían, toda la habitación se transformaba

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Y a partir de la magia que los minerales desprendían, toda la habitación se transformaba.

Por fin podía verse su real grandeza.

Un habitáculo inmenso, bañado de una luz celestial.

Pero los rayos no lo cubrían todo.

Sino ciertas partes.

Además de la zona en la que estaban situados los cristales, sobretodo había una parte especialmente iluminada.

La larga mesa que cubría casi toda la estancia.

Sobre ella había unas figuras.

Figuras que antes fueron humanas.

Y ahora estaban en proceso de volver a serlo.

El arreglador de personas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora