Chloe y sus poderes

Allan, el taxista

Esta sonando... Atendió!
- ¿Hola, quien habla?
- Hola, soy Chloe, no se si te acuerdas de mí
- Hola Chloe. Por supuesto que me acuerdo de ti, la "extranjera"- me apoda mientras ríe -¿que necesitas?
- Pues... Ya se que tienes que trabajar pero, ¿me llevarías a un supermercado? Todavía no conozco la zona y tengo hambre, compraré comida para el almuerzo.
- Ok, voy enseguida. Pero me debes una
- Okey?... ¿Recuerdas la dirección?- Le pregunto antes de darme cuenta que ya cortó la llamada.

Parece que no tardará mucho, me tengo que vestir ¿Que me pondré para llamar su atención? También tengo que maquillarme, mí cara es un desastre por las horas de viaje.
Abro mí maleta y saco el único vestido que tengo con una campera de cuero y unos zapatos de plataforma. Nunca me he vestido así, no me gusta, pero la chaqueta es de mi estilo.
Ahora tengo que taparme esas ojeras, no voy a maquillarme,mí madre siempre dijo que no hay nada más natural que la cara lavada y lo le haré caso.

Es la 1:00 PM:

Mientras me pintaba los labios escucho que tocan la puerta. El ruido me asustó y creo que sin querer se me corrió el lápiz labial.

- ¡¿Quien es?! Grito por los nervios del susto
- Yooo- dicen del otro lado de la puerta, odio cuando las personas hacen eso ¿a caso pretenden que recuerde su voz?- el taxista!!!
- Ya va!!!- agarro mí cartera y al abrir la puerta ahí está él, con sus perfectos ojos azules.
- Hola ¿vamos?- pregunta pero el mismo se interrumpe diciendo -aguarda, tienes algo aquí- acerca su mano a mí cara mientras los latidos de mí corazón aceleran y toca mí mejilla- creo que es lápiz labial.

Entro a la casa sin responderle y me miro al espejo. Y, si, tenía labial desde la boca hasta debajo del ojo derecho, un desastre. Si él hubiera tocado la puerta más suave yo no me hubiera asustado. En fin, tengo que dejar de echarle la culpa a los demás por todo, y con más razón a él.

Me limpio con una toallita de maquillaje y vuelvo a salir -Lo siento, me había asustado con el ruido de la puerta y al salir apresurada no me di cuenta
-No hay problema. Ahora si, ¿vamos?
-Claro- bajamos por el ascensor y salimos.

Allí estaba su taxi, amagué para abrir la puerta trasera del auto y él me interrumpe:
- Sube adelante, no tengo problema. Es más, me gustaría- Eso fue raro ya que nos conocimos esta mañana pero no parece mala persona, tampoco parece que tenga malas intenciones -Te llevaré al supermercado más cercano

Mientras él manejaba me dijo que podía cambiar la música desde su "playlist" (otra ves, es muy raro que ya me tenga confianza). Pasando la música encontré Hey Brother de Avicci, amo esa canción, resulta que el taxista tiene un buen gusto musical.

Wow, ahora que me doy cuenta estoy en un auto que no es mío, con un extraño que abe la dirección de mí casa, el piso y el N° de la puerta en la que vivo y lo peor es que ni siquiera se su nombre. La muerte de mis familiares está afectando mis decisiones, yo usualmente le contaría a mí hermana lo que hice hoy y ella me recomendaría pero, ahora estoy sola.

- ¿Te gusta la canción? Es de mis preferidas, tengo toda una playlist dedicada a Avicci- parece que me leyó la mente
- Si, me fascina, tienes un buen gusto. Ah y por cierto ¿Como te llamas? Estuve la mayor parte del día contigo y todavía no se tú nombre
- Allan- Responde cortante mientras sigue sonando la música de Avicci.

Es la 1:30PM

Llegamos, nos bajamos del auto y entramos al supermercado. Él me dijo que yo busque las cosas tranquila porque el también quería comprar sus cosas. Parece que no tenía apuro aunque estaba en horas de trabajo.

Yo quería comer ñoquis, pero no quería comprarlos hechos, quería hacerlos, al igual que la salsa. Mí abuela cuando yo era niña me enseñó a prepararlos. Decía que cuando tenga marido debía cocinarle, un pensamiento muy retrógrada ¿no? Yo le decía que igual trabajaría y que iba a estar llena de dinero. Eso claramente no paso.

Agarré lo básico, harina, tomates, papa, cebolla, etc; también un chocolate para el taxista. Llevé las cosas a la caja y pagué.

Al salir estaba Allan con el auto en marcha, me subí y le regalé el chocolate. Que por casualidad tenía forma de corazón, pero les juro que no fue aproposito. Es el único que encontré, era de esos que están junto a la cajera y no resistes la tentación de tomar uno.... o dos.

- Gracias. Pero, me leíste la mente- Saca de la guantera del auto un chocolate idéntico al mio, aunque un poco derretido- toma, me caíste muy bien y me encantaría conocerte mejor.
- Gracias, que lindo detalle- me sonrojo como una boluda -¿Volvemos?
- Si, claro- Arranca el auto y partimos.  Seguimos escuchando la playlist de Avicci, pero esta vez Wake me up.

Son las 2:30 pm

Llegamos al hotel
- Gracias por traerme, me salvaste el almuerzo. Y perdón por hacerte perder tiempo de trabajo- digo mientras me bajo del taxi
- De nada, fue un gusto- pone el auto en marcha -Adiós!!!

Espero que les allá gustado este capítulo 👍💚 ¿Acaban de leer el principio de una posible relación?😏😉

Pueden ver q en la historia hay varias palabras en negrita, son en honor a Avicci, descanse en paz ❣️