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Ahora mismo estoy en el puerto.

Al igual que cientos de miles de personas más,y una gran cantidad de variedad de barcos y botes con multitudes de personas subiendo y bajando de ellos.

De distintas edades, géneros, tonos de piel y nacionalidades a veces intento contar cuantas personas suben o bajan de uno de los barcos más grandes, pero siempre me termino perdiendo, desde luego si estoy aquí es porque estoy esperando un barco... o una barca, o un bote, lancha, buque.

Supongo que cuando sea el momento me daré cuenta. Tampoco es que tenga que esperar mucho tiempo

Ahora mismo cuando estoy escribiendo esto solo deben de faltar unos pocos minutos para que llegue.

Espero que en mi bote por lo menos pueda estar cómodo. Porque no a todos les llega un buen bote o barco, eso depende de ti mismo mientras lo esperas.

Eso es una de esas cosas que nadie te enseña, pero no por maldad, es solo porque no hace falta.

Solo las sabes y no sabes porque, como…. Respirar, o parpadear.

Me pregunto si habrán peces que naden por aquí porque si los hay, deben de ser muchísimos, ya que este lugar es enorme
aparte de que las vistas al atardecer o amanecer deben de ser hermosas….

Un señor con un esmoquin y sombrero elegante y un vistoso bastón me llamó, me dijo que me suba a un bote que había a unos pasos suyo.

Y aquí estoy, supongo que este va a ser mi bote es pequeño y se tiene que remar, pero por lo menos tienes el espacio suficiente.

El señor se subió y me preguntó:
“¿Estás listo?”

Yo solo asentí con la cabeza, y al momento empezó a remar

Y así empezó mi viaje...

El viaje hacia la muerte.

Créditos: inaki935

No lo séDonde viven las historias. Descúbrelo ahora