Despierto temprano y tomo una ducha como cualquier otro día.
Cuando salgo de allí, han pasado dos horas desde que entré, según el reloj de pared.
Me asusto.
Usualmente tardo sólo un cuarto de hora, y hoy, a pesar de haber hecho lo mismo que los otros días, el tiempo se fué más rápido.
Corro hacia el trabajo, sin tener tiempo a penas para arreglarme lo suficiente ni desayunar.
Me atasco en el tráfico, llego dos horas tarde a la oficina y mi jefe me regaña.
Un pésimo día cargo cuando me meto a la cama por la noche, aún así, mariposas revolotean en mi estómago y me siento emocionado.
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En el manto de la noche
HorrorCosas extrañas que suceden en mi apartamento. Sin alguna explicación lógica.