Día 4 • Arena •

1 0 0
                                    

Cuando entré a la ducha, de mi cuerpo resbaló arena.

Como si hubiese ido a la playa, la arena se pegó en mi piel y en las hebras de mi cabello.

Sin embargo las sábanas de mi cama están limpias, ni un grano de arena encontré.

El médico ayer sugirió que yo era sonámbulo.

Vivo en el centro de una ciudad, la playa más cercana está aún a horas de distancia en auto.

No sé de dónde cogí arena dormido.

Me siento emocionado el resto del día sin ninguna razón. Como si hubiese disfrutado como un niño.

En el manto de la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora