06:36 am
Nuestros veranos siempre fueron calientes como el tequila ardiente, nos la pasábamos en la playa donde compre mi maya.
Tus manos me deseaban y lo observaba en tu mirada, me sacas de la monotonía y tu amor es de mi autoría. Te encantaba el dinero y tu amor era extremo, me cediste por seiscientos al primer sediento.
Violada me sentía y poco importaría ya que la cordura tu no poseías. El segundo [te]pago doscientos y el señor era algo siniestro.
Pasaron los días y tú me encerrabas ¿Acaso lo nuestro no valía nada?, pensé que me amabas y tú me golpeabas.
Los golpes eran calientes como el sol ardiente, me golpeaste tanto que me rompiste un diente, ¿Acaso mi muerte, era tan evidente? o tú ¿Te transformaste en un demente?
Logre escapar usando tu arma y te lance disparos para calmar mi alma. Te ame tanto que caí en tu trampa, tú me vendiste usando tu arma y me desquebrajaste toda mi alma.
