23:23 pm
Loco, demente, desahuciado muchas son las palabras con las que me han llamado, pero poseo fe y creo.
La habitación es asfixiante, el aire irrespirable y el cántico nostálgico. La tumba perfecta para un poeta, pero no estaría completa si me falta ella, mi musa, mi Afrodita, mi Gioconda.
La melancolía corre por mis venas y mis soluciones se agotan poco a poco. Cada día le rezo a un nuevo santo para que tú vuelvas y no me causes espantos.
Mis rodillas cansadas ya están de tanto implorar.Exigen alivio y ruegan ayuda, pero aquí ya nadie me escucha.Todo se mezcla y se [re]produce.
-¿Quíen te inspira?-. Preguntó juguetona.
- La respuesta la sabes mas no deseas escucharme-. Conteste.
- Si la conociese no te la pediría, tonto-. Refunfuño.La observe unos segundos y no pude entender su belleza, era semejante a la realeza.Verla sonreír me infundía seguir.
-Tú, tú me inspiras, eres mi Mona y yo tu Leonardo-. Enuncie.
Esa fue nuestra última noche y al amanecer se escapó con mi coche.
Desde ese día, la soledad se transformo en mi amiga, el dolor en mi prima y la vida en mi enemiga.
Tal vez mi golondrina sea feliz y yo tenga que proponer mi fin.