04:41 am
Amaba pagarte aunque fueras cara.
No me importaba que fueses un poco rara, amante de turno tú me
llamabas aunque tú no sabias
que por ti, la vida daba.
Te desvestías y yo te cubría,
no aspiraba sexo solo tu compañía.
Amarte era tonto porque nunca serás mía.
Adorabas el dinero como si fuera dios,
ahorre un mes para pagar tu religión.
Nunca saldrás de esa vida
porque el dinero te inspira
a seguir en la ruina.
El tiempo pasaba y quedaban diez minutos, se me ocurrió regalarle
una joya de bismuto.
Le fascino y se lo quedo, sus manos
me ofreció y luego se marcho.
Ella nunca será mía y de ningún hombre porque ella es libre cual horizonte.
