Un mes

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Ha pasado un mes y ya no he hablado contigo. La última vez que lo hicimos te dejé con la respuesta en espera.

Extraño lo mucho y lo poco que teníamos, extraño escuchar tu tierna e inocente vocecita, tus ojitos bonitos al verlos en esas videollamadas tan controversiales que teníamos, te extraño y no lo puedo evitar.

Las cosas se tornaron un tanto gris, los problemas en mi casa comenzaron a subir un poco de tono, mi estado mental volvió a ser el común y para colmo, mi madre tuvo la idea de revisar mi teléfono, lo que me temía era que se metiera a nuestra conversación o a la de mi mejor amiga y así es como fue. La guerra comenzó y mi tensión estaba a todo lo que daba, llegó a la parte donde quería evitar y me preguntó de quién hablaba, quién era esa famosa chica junto con su madre, mi adrenalina estaba tratando de ocultarse, me exigió explicaciones, suspiré lo más ondo posible y comencé a explicarle todo.

Era imposible que las lágrimas no salieran y cuando pasaba eso, suspirabaondo una vez más y volvía continuar, fue un momento muy incómodo porque estaba mi padre presente y confesé todo, confesé mi orientación sexual, las veces que intenté tener pareja, mis problemas sociales causados por lo mismo y les conté sobre ti, sobre lo que pasó y lo que pensaba. Por desgracia pero al mismo tiempo por tu bien tuve que alejarme de ti, dejar lo poco o mucho que llevábamos y en en transcurso de nuestra ausencia tuve que mentir diciendo que ya no te quería. Pero sólo mentí...

¡Hey Lolø!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora