Dormí toda la mañana. No pude preparar la comida de Jimin, ay no, ¿ahora que almorzará? ¿por qué no me desperto? No se despidió. Froté mis ojos con mis manos y puse manos a la obra. Le llevaría a mi chico algo de comer.
Pusé tanto empeño en ello que tomé una foto de recuerdo, se veía delicioso. Tome un baño, me arregle casualmente, soló iría a entregárselo, seguramente tendría mucho trabajo y no charlaríamos tanto. No le quitaré tiempo.
En Bicicleta y con mis audífonos salí contenta, me encantaba esta sensación. Hace tanto no iba a su trabajo. No lo visitaba.
Tal vez debería retomarlo, me distrae un poco salir.Esperé el helevador, entre en él, Miyeon su secretaria y amiga mía yacía sentada en su puesto.
–¡Minji! Hace tiempo no te veía por aquí.
–Lo sé, he desaparecido un rato ¿Jimin tendrá tiempo?
–Lo tiene, pero...no está.
–¿No..no está? No entiendo.
–Es su hora de descanso, pero fue a comer.
–Oh...ya veo...yo le traje de comer creyendo que no comería en todo el día. Suele estar tan acaparado que no tiene tiempo ni para alimentarse bien.
–¡Nada de eso! Todos los días tiene de 1-2 horas libres, a esta hora...—miro el reloj— Él va a comer con la secretaria de Namjoon, Yoojin.
Trague duro.
–¿Todos los días?
–Todos. —chasquea los dedos— Le enviaré mensaje, avisaré que estás aquí.
–No..no le digas que he venido. Me iré, tengo...iré de compras, te dejo. —tome los recipientes apilados con mis manos—Puedes comerlo si quieres.
–¡Claro que quiero! Cocinas muy bien.
–¿Cómo lo sabes?
–Jimin no lo comé, así que me lo comó yo.—sonrió inocente.
No iba visitarme cuando descansaba. Pretendía que no tenía tiempo para mi, ni siquiera comía lo que le preparaba.
Baje desanimada, arrepentida. Miré a las chicas de ese lugar, todas de zapatillas, con faldas y vestidos cortos ajustados. Me miré a mi con unos jeans ajustados una polera vieja y mis tenis. No había comparación.
Nunca estuvimos hechos el uno para el otro, desde que lo conocí lo supe. Aún así nos aferramos a esto porqué juramos salir adelante por ese amor que nos unía.Iba en la bicicleta de regreso a casa. Mis ojos se nublaban cuando me cercioraba de que nos hemos distanciado.
"Todos los días sale con la secretaría de Namjoon".
–No...no...no hay nada de malo en eso.—me forcé a eliminar cosas negativas — Yo soy la niña de sus ojos, nunca me haría algo como eso, él no es como los demás.
Arreglé la casa, llamé a la señora Elizabeth para saber sobre su estado de salud. Jimin llegó temprano esta vez.
–¿Has visto mi computador? Tengo trabajo en casa.
–En el cajón debajo de la cama.—asentí feliz.
Verle en casa más temprano era algo que me encantaba. Se sentó en su escritorio y tecleo unas cosas, se quedó un largo rato ahí.
La televisión ahora transmitía películas románticas, así que tomé un tazón de frituras y camine hacía la sala.–¿No es muy noche para que comas eso?—renegó.
–¿No es muy noche para que sigas en el monitor?—lo escuché reír.
–¿Maratón de películas de romanticismo?
–Me conoces bien.—me senté en el sofá.
Estaba más pendiente de la película que no me di cuenta cuando él se fue. Lloraba viendo una escena en donde él se sinceraba diciendo que no sentía nada más por ella. ¿Y si eso nos estaba pasando? ¿Y si ya no me quería?
Escuché pasos bajar lento.
–¿Cuando piensas subir?—estaba adormilado.
Había bajado a buscarme.
–¿Ya es muy tarde?
–Lo es, ven, subamos ya.—extendió su brazo hacía mí.
No dude ni un segundo, apagué la t.v y subí con él. Nos acostamos a la par, le di la espalda, ya era costumbre dormir así. Unos brazos en mi cintura me sorprendieron.
–Descansa, gordita.
Me acurruque bien.
Él aún me amaba.
Sí.
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Towers; ᴘ.ᴊɪᴍɪɴ
Fanfic«Es una pena, eres culpable. Porque alguna vez tuviste mi corazón. Me sigo sintiendo amada cuando veo tu rostro, pero todas esas lágrimas no las puedo borrar.» ✡Hetero.