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(01. Mayo)
– Kim Young Mi.
Después de que Lalisa y yo volviéramos del centro comercial, me ayudó a arreglar mi cabello y hacer un conjunto con un vestido color rojo y unas zapatillas negras. Para cuando habíamos terminado con todo, ya me daba bastante noche. Y miraba constantemente la puerta y mi celular, me moría por mandarle un mensaje a TaeHyung, pero no quería molestarlo... Lalisa incluso salió con su novio, y yo me quedé esperando frente a la televisión. Tal vez iba a tener que calentar la comida de nuevo.

Tal vez, él se había olvidado de nuestro aniversario.

Estuve por horas, levantandome de mi lugar, y dando vueltas alrededor de aquella mesa, moviendo los platos o las copas. Finalmente, me armé de valor para mandarle un mensaje.

TaeHyungie~ ❤
Última conexión a las 01:30 p.m.

TaeHyung, ¿dónde estás?
¿Te molesto?
Recibido 11:09 p.m

Nunca obtuve una respuesta. Y me sentía hasta preocupada por ello. Iba a llamar a los chicos para asegurarme de ello, pero era mala idea, me delataría.

– Kim TaeHyung

Al llegar al bar, fuimos prácticos y ordenamos cosas bastantes simples, pero al pasar las horas.. Todo se salió de control. Yo, sentía que vomitaría toda la comida de la tarde, y podía ver a los chicos saliendo del bar casi chocandose con las ventanas. Yo podía decirlo, estaba bastante ebrio, voy a admitirlo. Bueno, estaba muy ebrio.

– Bueno... Ta-TaeHyung, hip. Espero sigas disfrutando tu aniversario – se despidió Hoseok y salió por la puerta. Yo dificilmente podía ver, todo estaba tan borroso. Me quedé solo un rato, y pedí un último shot de whisky para irme a casa, probablemente saldría de allí y me iría en taxi.

Él chico que estaba en la barra me dió el shot que pedí y yo lo tomé, carraspeé un poco al terminarlo, y tomé mi celular para revisar mis mensajes.

Un mensaje nuevo de: Young Mi💓

Iba a deslizar la pantalla para verlo pero soprendemente una chica capturó mi atención.

– ¿TaeHyung? – pronunció la chica frente a mí, yo muy dificilmente logré distinguir quién era.

– ¿Mm? – dejé mi celular en la barra, y me levanté para tomar él dinero y pagar. Ella detuvo mi mano, para evitar sacar mi dinero. Yo volteé a verla. – ¿Qué haces?

– Solo te ayudo, para que te quedes un rato más, yo pago las bebidas. – dijo ella, aunque seguía sin distinguir su rostro, pero sabía que lo había visto antes, ¿y como sabia ella mi nombre?

– ¿Quién eres? – pregunté – De todas maneras, tengo que volver a casa. – pero ella persistió y no soltó mi brazo.

– Ah, mi mombre no importa ahora, ¿o si? – Yo abrí los ojos, y me levanté de nuevo para irme, también tomé mi celular, pero ella no me dejó, y vi caer mi celular. Yo la miré.

– ¿Qué haces? – repetí, ella tiró de mi brazo para llevarme a la pista de baile, y comenzó a bailar frente a mí, yo sólo desviaba mi mirada, e intenté irme varias veces, pero solo no me dejaba ir. Creí que la manera de hacerla dejarme ir, sería hacerle caso y simplemente no dejarme llevar, bailé con ella al compás de varias canciones. Admito que fue bastante divertido, y hacía mucho calor, me encontraba bastante ebrio ya, ni siquiera sabía distinguir los otros rostros y mi mente daba vueltas.

Él calor del lugar y las otras personas sólo rodeandome, me llevó a la locura. Y cometí un gran error por ello. Mi cuerpo sudaba, y ella se apegaba cada vez más a mi. Yo no me encontraba en mis cinco sentidos. Y enloquecí aquella noche.

– Kim Young Mi.
Llamé a TaeHyung un trillón de veces, o tal vez más. Y nunca contestó. Me mordía las uñas, ya había llamado a los chicos y me habían comentado que visitaron un restaurante por la tarde, pero que ya no habían visto a TaeHyung.

¿Y si algo le había ocurrido?

Cuando estuve a punto de llamar a la policía, por la desaparición de TaeHyung, escuché un ruido con la puerta. Y yo me coloqué justo en seguida de la mesa, para sorprenderlo y abrazarlo fuerte. Escuché unos pasos, y sonreí. Pero de pronto, algo parecía fuera de lugar, por que pude escuchar unos tacones también, y no podía ser yo, yo estaba parada, no me movía.

Pero lo que me sacó de lugar, fue escuchar la risa de TaeHyung, y acompañada de ella, una risa femenina.

Y luego, un juego de risas y besos mojados.

Sólo esperaba que fuera una mala broma y que TaeHyung sólo estuviera haciendome enojar, pero dios, no era así.

Por dios santo, Taehyung. Dime que mis ojos están alucinando y que no estás haciéndome ésto, no hoy.

記憶 ; kthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora