Capítulo 19:
Cogí la bomba y la guardé en una bolsa que había por allí cerca. Salí de ese cuarto, cerrando sin hacer ruido. Iba deslizándome por las paredes, sigilosa, prestando atención por si alguien venía. Si algún profesor me encontraba fuera de clases a estas horas, me enviaba al despacho de la directora pero de tanto ir por allí, la directora me debe conocer mejor que a sus propios hijos.
Llegué al cruce donde empezaban las escaleras para bajar a secretaría y así poder salir fuera.
Iba a empezar a bajar las escaleras pero escuché unos pasos de tacones acercarse a mí, tenía que esconderme y rápido. Busqué alguna puerta en donde esconderme pero no había nada.
Mierda, piensa Eli, piensa…
Los pasos de tacones resonaban en la suelo, cada vez más cerca de mí… No tenía salida así que me quedé parada, pegada a la pared, esperando a que esa persona se fuese. Los pasos cada vez se oían más, al final, una mujer de estatura media pasó por mi lado, cargada de papeles, sin darse cuenta de mi presencia. La mujer seguía caminando con un rumbo fijo, sin darse la vuelta, aproveché ese momento y me escabullí por las escaleras esperando no juntarme con ningún profesor más.
Llegué al final de la escalera, y me acerqué a la puerta de salida, pero a su lado estaba la secretaria de la directora, hablando por teléfono. Tenía que deshacerme de ella, eché una mirada rápida por todos los objetos que había en el pasillo y fui a dar con un viejo reloj colgado en la pared y a su lado… Bingo, un extintor. Corrí hacia el extintor color rojo, dejé a un lado la bomba y gracias a todos los entrenamientos de fuerza con Marcus, pude coger el extintor sin hacer mucho esfuerzo. Me preparé mentalmente para lo que iba a hacer: 1, 2, 3… Con toda la fuerza que tenía estrellé el extintor en el reloj que parecía muy caro, además de antiguo. El golpe resonó en todos los lugares, y seguido de ese golpe, cayó el reloj al suelo, quedando hecho añicos. Escuché un grito proveniente de la secretaria y esa fue mi señal para esconderme, cogí la bomba del suelo y me resguardé detrás de una puerta que había allí cerca y cuando vi que la secretaria estaba demasiado ocupada creyéndose lo que había sucedido, yo escapé fuera del colegio.
Estaba en el parking, y divisé a lo lejos un coche descapotable color negro… El de Camyl. En serio, esperaba que tuviera seguro anti-bombas.
Me paré al lado de su precioso coche, y deslicé un dedo por su carrocería… Vaya, este sería bueno para las carreras fuera de la cuidad pero de estos, y mejores, ya tenía a montones así que la otra opción que tenía era robarlo y venderlo pero eso le quitaría toda la diversión a lo que tenía pensado. Me bajé a la altura de las ruedas y me escabullí debajo del coche, donde encontré un lugar perfecto para poner la bomba: Al lado del tubo de escape. Enganché bien la bomba en su sitio, saqué el mechero de mi bolsillo y encendí el cordón blanco que sobresalía del explosivo.
-¿Preparadas para el espectáculo?- pregunté por nuestro grupo de whatsapp ''Rock´s Daughters´´, sí, somos originales.
-Dale, nena- respondió Denisse.
-Coche va!!- exclamó Lana.
-Va, va, quiero ver la cara de Camyl…- puso Gea.
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No me odies.
RomanceSabía que yo era peligrosa pero el peligro le atraía. Una ciudad, un grupo de chicos que están arrasando con todo pero hay otro grupo pisándole los talones, que incluso lo llegan a hacer mejor que ellos. Un grupo, de misteriosa belleza y seducción...