MI NOMBRE ES DARKNESS.

CAPITULO 2. La gente me da asco.

Me quedo sentada mirando hacia una pared, puesto que nadie me hace caso, esperando a que este jaleo termine, pensando, sumiendome en mi mundo, tarareando canciones en mi mente, no me importa realmente lo que está sucediendo, de pronto, escucho una voz, sí, es una voz conocida, ¡es mi madre! Pega el grito más estruendoso y alarmante que jamás he escuchado, claro, mi madre, la mujer más exagerada que he conocido nunca en toda mi vida; me dispongo a acercarme a ella; veo que no se encuentra bien, cae al suelo e inmediatamente un grupo de personas la rodean, no puedo verla, hago un intento por llegar hacia ella, nada, es inutil.

-¡Mamáaaaa!

No me encuentro bien, no podia ver a mi madre así, el corazón me late demasiado deprisa.

-¡Mamáaaaa!

*Suena el despertador*

-7:00 A.M-

Me levanto sobresaltada.

-Uf... ¡Malditas pesadillas!

Sigo asustada. Me siento en el borde de la cama, mi mente está en blanco, me quedo mirando a... nada, no puedo casi respirar, ese sueño ha sido tan realista..

-Menudos sueños tengo, ¡Soy rara de cojones!

Miro el reloj.

-7:25 A.M-

-¡Joder! Que no me da tiempo.

Me levanto de la cama corriendo y me meto en la ducha, salgo y ni siquiera me miro en el espejo, no tengo ganas de ver mi cara de desastre, cojo unos jeans pitillo, unas vans negras, y una cami de Green Day con mi chupa de cuero negra, 'seeeh, así soy yo, me encanta mi estilo, me siento genial'; cojo las pinturas y me maq.., no, hoy no me maquillo, me siento tan segura hoy que no hace falta maquillaje, con una sonrisa de oreja a oreja basta (aunque no suele ser lo normal en mi), bajo a la cocina y, como todas las mañanas que tengo que ir al insti, están todos durmiendo, me cojo un zumito del frigo, me lo tomo y me lavo los dientes, sonrío, 'seeeh, hoy me veo mejor que nunca', cojo la mochila y me voy al insti, no sin antes coger mis auriculares y mi MP3.

Voy por la calle saltando y cantando, no parece importarle a la gente que pasa por la calle, no me miran raro ni nada de eso, bueno, simplemente, no me miran.

-Bien.. -pienso-

Hoy el dia empieza genial para mi.

Llego al instituto y veo a las cuatro pandillas de chulos y pijas puestos en la puerta hablando entre ellos, lo raro es que casi todos tienen caras largas. "Bah, no me dan pena, siguen siendo escoria", paso de largo y entro en el insti.

*toca el timbre*

-8:30 A.M-

Empiezan las clases, yo me siento siempre al final de la clase, sola, no me cae bien ninguno de mis compañeros, bueno, en verdad no me cae bien ningún integrante de este instituto, da igual, no necesito la compañia de nadie.

Entra en clase 'La Rotten' , sí, así llamo yo a la profe de filosofía 'La Rottenmeier', "puta amargada..." no me ha aprobado ningún exámen de los que llevamos hechos porque dice que 'la actitud en clase cuenta' y en mi caso, baja nota en los exámenes, y no precisamente poco; el día que sepa cuál es su coche se va a ir a patita a su casa.

-Rotten: ¡Buenos dias chicos!

-Clase: ¡Buenos dias!

-Yo: ...

-Rotten: Bien, antes de nada pasemos lista.

¡Andy!

-¡Presente!

-Rotten: ¡Charlie!

-¡Presente!

Rotten: ¡Miley!

-¡Aquí!

-Rotten: ¡Darkness! Ah, bueno, Darkness no..

Yo: ¡¿Cómo que Darkness no?! ¡Estoy aquí!

La jodida amargada esa ya me estaba tocando la moral demasiado, además de suspenderme los exámenes y el trimestre pasado, ya hasta hace como si no estuviera; "Bien, así me comportaré yo también, haré lo que me plazca"

Mis compañeros normalmente me echan miradas de desprecio, y hoy ni me miran, ¿Será que voy sin maquillar y no me conocen?, da igual, en cualquier caso, perfecto, mi dia mejora por momentos :D.

*Suena el timbre*

Se acaba la clase y a mi no me apetece seguir aquí, decido saltarme las clases, me voy a un servicio público, en este caso, solo para chicas, se situaba al lado de otro que era solo para chicos, da asco, huele fatal a tuberias, las paredes están todas pintadas de graffitis y nombres de la gente, también así como palabras malsonantes y dibujitos de partes intimas (ya me entendeis), todo sucio, las limpiadoras por lo visto no hacen su trabajo, si es que las hay..; me meto en una de las secciones donde se encuentran los WC, cierro la puerta, bajo la tapa de este sucio y apestoso váter y me siento encima con mis auriculares en los oidos y la música sonando, espero con esto que el tiempo se pase rápido, de repente, escucho que viene alguien, me quito los auriculares y me quedo totalmente callada, en el fondo soy muy cotilla..

Hablan.

-Tía, ¿Has visto las pintas de la pringada esa del B? La de las trencitas, jajaja, da mucha pena.

+Sí tía, si yo alguna vez llego a parecerme a ella en algo, MÁ-TA-ME.

Rien al unísono.

¡Dioooos! Qué asco me dan ese tipo de personas que se creen mejor que los demás, mi impotencia aumenta por segundos, estoy muy cabreada, aprieto los puños, solo quiero salir y pegarles dos tortazos a cada una, salgo y empiezo a gritarles como una loca.

-¡Zorras de mierda! ¿Quienes os creeis para hablar así de la gente? No sois nadie, no os mereceis ni que os miren a la cara...

Ellas no parecen escucharme, siguen hablando entre ellas, ignorándome, se siguen creyendo las reinas del mambo. Me cabreo más y más por momentos, de pronto, se abren los cuatro grifos de los lavabos y sale el agua a toda presión, suenan todas las cisternas de los WC, las pijitas gritan y salen corriendo, yo me quedo flipando, "Este instituto se cae a pedazos, serán problemas de fontanería" Aunque en el fondo se que por muchos problemas de fontanería que haya, esto no es muy normal que ocurra; todo está encharcado, me he mojado mis zapatillas y parte de los pantalones, observo en el agua pequeños trozos de.. bueno, prefiero no pensar que es, y mejor me voy. Decido irme a mi casa, estoy demasiado cabreada, con lo bien que ha empezado mi día.. y.. en fin.. Camino hacia mi casa me quedo pensando en lo ocurrido y aún no me puedo creer como puede existir ese tipo de personas que se creen mejor que nadie, dan verdadero asco; miro mis zapas y mis pantalones, ambos empapados, sigo cabreada, me pongo mis auriculares y escucho música hasta llegar a casa procurando así relajarme un poco.