Hoseok

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15 de septiembre. Año 20

La madre de Jimin apareció en la sala de Urgencias. Después de comprobar el nombre escrito sobre el cabecero de la cama y verificar la posición del suero intravenoso, quitó una hoja que descansaba en el hombro de Jimin. Pensé que debería contarle por qué Jimin estaba en Urgencias – sobre las convulsiones que tuvo en la parada de autobús – así que di un par de pasos hacia delante. Fue entonces cuando la madre de Jimin detectó mi presencia por primera vez y se quedó mirándome mientras me evaluaba durante bastante tiempo. No supe cómo responder a esa mirada, así que dudé. Ella balbuceó un “Gracias” y se giró. La siguiente vez que me miró fue cuando los médicos y enfermeras empezaron a mover la cama y yo les intenté ayudar. Mientras decía “Gracias” de nuevo, la madre de Jimin me rozó el hombro. Más que un roce, fue un contacto muy ligero antes de retirar su mano. Sin embargo me dio la impresión de que una línea invisible se había interpuesto entre ella y yo. Una fuerte y firme línea. Una fría y robusta línea. Una línea que nunca sería capaz de cruzar.

Yo había vivido más de 10 años en un orfanato. Lo suficiente para poder entender esos sutiles gestos, esa mirada y ese ambiente. En un momento de confusión, tropecé y caí al suelo. La madre de Jimin me observó con una mirada vacía. Aunque era una mujer pequeña y muy guapa, su silueta era enorme y fría. Cuando levanté mi cabeza, la cama de Jimin ya no estaba en la sala de Urgencias y no la volví a encontrar.  Desde ese día Jimin nunca más volvió al Instituto.

BTS love yourself HYYH: The Notes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora