Prólogo:

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Extracto de "Entre amor y otras tragedias" de Charlie Evanson. 1923.

"...La luna de los poetas marchitos, está ahora frente a mí,

preguntándome por mis suspiros y mi sonrisa volteada.

Asomada entre las nubes negras,

no creo poder esconderme de su mirada.

La experta en consolar a los artistas,

e inspirar con su luz de plata para los versos,

se ha dado cuenta de la desdicha,

que sopesa mi corazón.

¿Cómo decirle que he caído presa

de esos sentimentalismos que antes juzgaba de los escritores?

¿Cómo decirle que mis suspiros

son de un amor por otro hombre?

Se ha convertido en mi maldición,

Mi desdichada alma que no pudo sino notar

en el ser equivocado esa llama

que vulgarmente nombramos amor.

Luna,

tú qué sabes de estas cosas.

¿Han venido más hombres

con la misma pregunta hacia ti?

¿Es mi sentimiento una maldición sin fin?

Porque a pesar de los regaños de la mente

y del infierno al que estoy condenado;

el necio corazón,

¡Oh!, este maldito corazón,

se niega a dejar de amarlo..."

La Maldición Del EscritorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora