Capítulo 6: Hablar

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Nuevamente pasaron unos días en los que no pude hablar ningún solo rato con Redy, además vi a Gabriel que iba para todos lados con una carpeta en la cual anotaba cosas. Pienso que la anunciación de los Robots que hizo mi padre cambió algo y él está poniendo todo en orden. Angie también piensa eso.

Es de noche, hoy vi a Redy caminando solo e intenté acercarme pero él me ignoró y entró en la oficina del director.

Estaba revisando mi celular cuando me llega un mensaje de WhatsApp de Redy.

(Conversación en Whatsapp)

Redy :3

Elisa lo siento mucho por haberte ignorado hoy, de verdad perdóname

Redy no te preocupes, entiendo que tienes cosas que hacer 😉

Pero igual me siento mal 😣

No pasa nada ya hablaremos de nuevo

(Fin de la conversación)

Estaba a punto de apagar el celular cuando comienza a sonar. Es Angie y le contesto.

—Elisa! Disculpa por llamar tan tarde es que necesito contarte algo.

—Angie tranquila, cuéntame.

—Lo que pasa es que...  mira ¿cierto que tu tienes el número de Redy?

—Pues sí, tu también lo tienes.

—¡Pues Gabriel le pidió a Redy mi número y ahora me estaba hablando!

—¡¿Qué?! ¿El Gabriel serio?

—El mismo.

—¿Estás segura que es él?

—Siii, Redy me dijo.

—No puede ser, ¿qué te dijo?

—Mañana te cuento.

—Angie no puedes dejarme con la intriga.

—Si que puedo —Dice antes de cortar.

Definitivamente esto es muy raro ¿Gabriel hablando con Angie? No será que a él le gusta mi mejor amiga...

No lo sé.

Con esa duda me acuesto y me duermo rápidamente.

(...)

Al despertar desayuné, me arreglé y fui al Instituto.  Apenas llegué busqué con la mirada a Angie y la encontré parada debajo de un árbol.

—Angie! Buenos días, ya cuéntame que fue lo que hablaste con Gabriel —Le hablo directamente.

—Ehh, primero me saludó y me preguntó lo típico de como estoy, cuantos años tengo, que me gusta hacer y blablabla.
Luego me dijo que le gustaría hablarme en persona y charlar de lo que sea. ¿Lo puedes creer? ¡El Gabriel serio que conocemos me pidió eso!

—Parece que a un tipo alto y serio le gusta mi querida amiga Angie —Murmuro pícaramente.

—No seas tonta, es imposible que le guste y más imposible que a mi me guste —Dice mirando hacia abajo.

—No digas mentiras, además te éstas poniendo un poco roja lo que significa que te gusta un poco.

—No me gusta, sabes que él no es muy agradable y a juzgar de como trata a Redy no me caerá bien—Exclama con algo de nervios.

—A lo mejor no es tan malo y de a poco lo irás conociendo y te irá gustando.

—Dejemos de hablar de mi, cuéntame ¿ha pasado algo con Redy? —Pregunta poniendo una sonrisa pícara.

—¿Como qué?

—No sé, por ejemplo que te diga cosas lindas o algo así —Dice mirándome fijamente.

—Pues no —Respondo firmemente, ahora que lo pienso lo más lindo que me ha dicho es que soy una gran chica. Nada más.

Seguimos charlando hasta que sonó el timbre para indicar que hay que subir a la sala.
La clase fue completamente normal y estricta, con Angie no podíamos hablar mucho porque la profesora se podía enojar y nos podría echar a ambas de la sala.
Llegó el primer recreo y le comenté a Angie que Gabriel en este recreo debería hablarle.
Justamente como dije Gabriel se acerca a nosotras, con Redy atrás.

—Hola Angie —Saluda Gabriel besándole la mejilla, a mi solo me mira y me saluda con un movimiento de cabeza —¿Puedo hablar contigo Angie? ¿A solas? —Pregunta con seriedad.

—Eh pues si —Responde Angie, Gabriel comienza a caminar y Angie lo sigue. Mientras se va alejando veo como se gira y se despide de mi con un movimiento de mano,  yo se lo respondo y me giro para encontrarme a Redy mirándome. ¿En qué momento se puso atrás mío?

—Hola Elisa —Saluda casualmente.

—Hola Redy ¿estás bien? Te encuentro algo raro —Murmuro tratando de descifrar que le pasa.

—No me pasa nada —Exclama con tranquilidad.

—¿Estás seguro? —Vuelvo a preguntar esta vez sintiéndome algo mal,  Redy está muy cortante.

—Si

—Redy sabes que puedes confiar en mi, si tienes algún problema no dudes en decirme.

—Lo siento Elisa, no sé si viste las noticias, el gobernador nos anunció a nosotros y eso significa que mucha gente comenzará a comprarnos y usarnos para distintos objetivos. A mi no me pueden comprar pero tengo miedo de lo que puedan hacer esos robots, y tengo miedo de que le hagan daño a las personas.

En eso concuerdo con él, además parece hablar con cierto rencor hacia mi padre, el gobernador. Espero que nunca se entere de que él es mi progenitor.

(Gabriel en multimedia)

Enamorada de un RobotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora