Capítulo 7

265 19 3
                                    

—Audrey...—repitió, intentando quitarme las manos del rostro, pero no iba a dejar que me viera así de llorosa—. Audrey, nena, ¿quieres ir a mi habitación? Puedo cargarte si quieres, allí no hace tanto frío y puedes dormir.

—No, quiero llorar.

—¿Qué pasó? Vamos dime.

—No.

Lo sentí bufar y echarse atrás en el sofá.

—¿Quieres algo de beber? ¿Algo para comer?

Negué con la cabeza.

—Vamos, déjame cargarte hasta mi habitación.

—No, Zayn, quiero quedarme aquí.

No sé cómo pude creer que se quedaría ahí cruzado de brazos esperando a que me durmiera. Echó otro bufido y rápidamente sentí sus manos tomar mis piernas, me alzó en el aire obligándome a enredar mis brazos alrededor de su cuello. Me miró durante un segundo y me dio un beso en la frente, cerré los ojos y no me quejé en los pocos segundos que estuve entre sus brazos hasta que mis pies volvieron a hacer contacto con el alfombrado de su cuarto.

—Audrey, mírate, estás empapada...—exclamó indignado, mientras buscaba algo de ropa para darme-. Vas a enfermarte.

Me tendió una sudadera gris con un estampado en negro y unos pantalones negros de Adidas.

—Gracias. Tu también estás empapado, Zayn...—Intenté que mi voz no se quebrara, pero al ver la expresión de ternura de Zayn cuando me miraba ahí toda empapada, sentí una culpa terrible por lo que había dicho y hecho cuando peleamos. Mis ojos se hicieron de lágrimas por milésima vez en el día.— Lo siento mucho. Siento haberte arrojado mi goma de borrar y haberte dicho todo lo que te dije, y haberte ignorado cuando buscabas mi perdón. Perdóname.

Rodeé su cintura con mis brazos y escondí mi rostro en su pecho, digo en su pecho porque no era lo suficientemente alta como para hacerlo en la curva de su cuello.

—No te preocupes, pequeña, está todo bien—murmuró devolviéndome el abrazo, mientras depositaba un pequeño beso en mi frente —. Venga, cámbiate.

Nos separamos un poco y lo observé esperando a que se retirara para poder ponerme su ropa.

—¿Vas a quedarte aquí?

—¿Quieres que me quede a ver como te desvistes? Lo haría con gusto, cielo.

Me crucé de brazos fingiendo enfado, pero no pude evitar sonreírle antes de que saliera por la puerta hacia la sala. La verdad era que este no había sido mi día, había estado mucho peor que ningún otro, pero su picardía había logrado sacarme la más sincera de las sonrisas.

 En cuanto terminé de ponerme la ropa, caí en la cuenta de que me quedaba enorme. Sobre todo la sudadera, era gigante, me llegaba un par de centímetros por arriba de las rodillas; esto causó un poco de risa en Zayn cuando me vio en ella, yo solo me dediqué a sentarme a su lado en el sofá negro de la sala, frente a la televisión apagada.

—¿Ahora puedes decirme qué es lo que pasa?

—En verdad siento haberte tratado tan mal, en serio.—contesté, evadiendo su pregunta.—¿Puedo preguntarte algo?

—Deja de evitar mis preguntas.

—¿Sales con Amitrie?

El me miró de con sorpresa, como si estuviera loca y dijo espantado:

—¿Estás loca, Audrey? Esa chica es una retardada.—negó con la cabeza como si no lo comprendiera, como si le hubiera dicho que había cometido un homicidio. Pero luego sonrió repentinamente y me miró con picardía:—Oh, ya entiendo...

Unconditionally- Z.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora