Capítulo 8

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Estaba preocupada, estresada y sobre todo decepcionada.

Apenas teníamos un día de relación —ni siquiera un día completo— y él me dejaba ahí sola en su casa, sin ninguna nota que justificara su ausencia. Y no sabía qué hacer, llamarlo no era una opción, pues había dejado su móvil en el sofá, así que me quedaba largarme o esperarlo.

Así que me quedé en la cama, no sé por cuánto tiempo estuve allí echada pensando en dónde podría haberse ido siendo tan temprano. Cuando más metida estaba en mis pensamientos, fue cuando empezaron a golpear la puerta insistentemente, a lo que no me asomé y ni siquiera me levanté de la cama para ver por la mirilla de quién se trataba. Me quedé en silencio, agitada porque quien fuera que estuviera golpeando esa puerta no cesó durante cinco minutos, me desesperaba pensar en que podría ser su padre quien estuviera detrás de la puerta y que podría descubrirme en su casa y yo no sabía cómo reaccionaría ante una desconocida. 
 Comprendí que si se tratara del padre de Zayn, esta ya hubiera tirado la puerta abajo o estaría gritando "Zayn, abre la puerta" o algo así.
 
Ya más tranquila, decidí cerrar los ojos e intentar dormir un poco, pero en cuanto comencé a caer en sueños se oyó la puerta principal crujir, seguida de unos pasos y algunas maldiciones. No estaba muy segura de salir y ver qué pasaba, así que esperé en la habitación a que pasara algo que me indicara que estaba fuera de peligro.

Pero no ocurrió nada.

De todos modos salí sigilosamente de mi encierro.

Al llegar al final del pequeño corredor, pude asomarme a la sala y ver cómo Zayn estaba desplomado sobre el sofá cubriéndose el rostro con las manos sin dejar de sollozar.

—Oye, ¿qué ocurre?—le pregunté en voz baja, sentándome junto a él.—¿Dónde estabas?

Él se sobresaltó un poco, pero se quitó las manos del rostro y me miró un segundo para luego volver a su posición anterior.

—¿Tienes un ojo morado? ¿Por qué tienes un ojo morado?

Intenté retirarle las manos del rostro nuevamente, pero él se resistía.

—Vamos, déjame verte, Zayn—Puse más fuerza sobre sus muñecas, estaba casi clavándole las uñas en la piel—. Quita las manos.

—Suéltame.

—Quita las manos.

—Cuando me sueltes...

—Bien.

En cuanto aflojé un poco el agarre él se quitó las manos del rostro y me permitió examinarlo.

—¿Quién te lo ha hecho?—dije, acercándome para tocar el enorme moretón que tenía en el ojo izquierdo.

—Mi padre.

—¿Tu padre?

—Discutí con él.

—¿Por eso lloras?—susurré al ver sus ojos inundados y más brillosos de lo normal.

—Mi abuela falleció.

—Oh cariño, lo siento mucho.

—En realidad, murió hace tres días, pero hoy la enterramos.

—Creo que es mejor que me vaya, seguramente quieres estar solo un rato.

Me puse de pie y caminé hacia su habitación para buscar mi ropa, que seguramente aun estaría húmeda.

—No, está bien si te quedas—Apareció detrás en mío, tomándome por sorpresa mientras revisaba su armario. Se quedó de pie bloqueando la puerta.

—En serio, ¿no prefieres hacer el duelo solo?

—Quédate.

—Como digas.—rodé los ojos al ver que no iba a dejar que volviera a casa—¿Por qué discutiste con él?

Me acerqué a él y acaricié sus mejillas con mi dedo índice.

—No importa, ya está—respondió.

Me sonrió un poco, pero era obvio que él no estaba bien. Así que rodeé su cintura con mis brazos, al principio se quedó paralizado en el lugar, pero después reaccionó y puso sus manos en mis caderas.

—Perdona por no haber estado cuando despertaste.

—Está bien, solo intenta dejarme una nota o algo la próxima—lo aparté un poco de mí para poder ver su ojo otra vez—Mira cómo tienes el ojo...

—No es nada, me han hecho cosas peores.

—¿No es nada? Te late, necesitas ponerte hielo.

—Audrey...

—Acuéstate, yo te traeré una bolsa de hielo—ordené antes de correr al refrigerador.

—¡No hace falta!—lo oí gritar.

Cuando volví de la cocina él aun no se había recostado en la cama, lo cual me molestó un poco.

—Vamos, ve a la cama, necesitas esto y una buena siesta—exclamé señalando la bolsa.

Zayn finalmente me hizo caso y se echó en la cama con expresión molesta. En cuanto me acerqué a él para ponerle la bolsa de hielo en el ojo se quejó.

—Vaya, para ser un brabucón eres bastante llorón, ¿verdad?

—No soy un llorón.

—Entonces deja de poner cara de dolor cuando te apoyo el hielo.

—Tu eres bastante enojona.

—Se llama carácter, cariño.

—Si es así, tienes un carácter bastante malo, ¿no?

—Sí.

Se quedó mirándome mientras le acariciaba el cabello, le sonreí un poco y él me devolvió la sonrisa.

—Hace un rato golpearon la puerta, estuvieron como diez minutos molestando—le comenté volviendo a mi trabajo.

—¿Viste quién era?

—No, ni siquiera me levanté de la cama.

—Debe haber sido mi padre.

—Sí, ¿que harás con él ahora que se han peleado?

—Siempre que discutimos él vuelve en uno o dos días y actúa como si nada hubiese ocurrido.

Al parecer, su vida no era muy distinta a la mía en ciertos aspectos. Pensaría que podríamos ser buenos amigos, si no fuera porque ahora salía con él y me gustaba demasiado.

—Mi padre hace lo mismo, a veces se pasa más de dos días fuera y resulta que vuelve ebrio.

—Es una mierda, ¿no?

Asentí con la cabeza y le di un pequeño beso en la frente.

—Dámelo en los labios, cariño.—murmuró acercándose lentamente a ellos.

—Zayn—sentí estremecerme mientras sentía su mano helada acariciando mi espalda—. Quédate quieto.

—Te quiero—dijo estampándome un beso en los labios.

Me quedó bien en claro que Zayn no era exactamente lo que se dice un tipo romántico, no porque me hubiera dicho "te quiero" de la nada, si no por la extraña costumbre que tenía de darme inesperados besos bruscamente y porque no actuaba como alguien completamente adorable conmigo, él era él mismo y yo seguía siendo la misma chica con mal genio que era con todos. Lo único que cambiaba era que sentía un nudo de ansiedad en todos lados cada vez que me miraba.

Y ni siquiera teníamos un día de relación.

—Y yo a ti.

—¿Qué?

Reaccioné un poco tarde para bajar las mangas de la sudadera que Zayn había enrollado hacia arriba al comprender a qué se refería con esa pregunta tan fuera de lugar.

—¿Quién te lo hizo?—me preguntó con el ceño fruncido, no tenía una buena expresión ahora que observaba más de cerca los moretones. Estaba enfadado.

—¿Por qué tocas lo que no debes?—contesté yo también furiosa.

Ni siquiera lo miré porque sabía que me pondría a llorar al ver su expresión, temía que terminara conmigo por los moretones que tenía no solo en el brazo, también en el resto del cuerpo. Intenté desenrollar las mangas y volver a cubrirme, pero Zayn me retenía por las muñecas.

—Suéltame.

—No, Audrey, dime quién te lo hizo.

—Me estás haciendo daño.

—Ambos sabemos que no es verdad, ni siquiera estoy aplicando fuerza.

—No me toques—le dije, empezaba a ponerme histérica.

—Sabes que yo nunca te haría daño.

Era verdad que no me dolía su agarre, casi no lo sentía, pero no quería hablar con él sobre eso aun. 

—Zayn, suéltame, por favor—pedí desesperada y al borde de las lágrimas.

—Cariño, por favor dime quién te lo ha hecho y te soltaré.

—Si no me sueltas no te lo diré nunca.

Zayn suspiró y maldijo en voz baja cuando se dio por vencido y aflojó por completo su agarre. Me observaba expectante, no quería hacerlo, simplemente no me gustaba decirle "mi padre fue quien lo hizo, sí, él me golpeó anoche antes de venir aquí, sabes", me hacía sentir como una víctima inútil que no sabía defenderse.

—¿Y bien?

—No voy a decirte.

—Sí que lo harás—dijo como si fuera la máxima autoridad, juro que casi pensé que era otra persona—. No necesito la explicación de cómo te pasó y por qué, solo quiero saber quién fue. 

—¿Me prometes que no irás a buscarlo y golpearlo?

—Sí—contestó rodando los ojos.

—Es mi padre—dije sin más.

Estaba bastante más sorprendido de lo que creí que estaría, pensaba que ya lo sospechaba, pero al parecer lo tomó desprevenido.

—¿Por qué dejas que te haga eso?—cuestionó indignado, se incorporó en la cama y me vi obligada a hacerme a un lado y sentarme junto a él en la cama para una persona.

—¿A ti te parece que tengo otra opción?—exclamé molesta—¿O crees que lo disfruto?

Zayn mantenía una expresión calmada, que me desesperaba pero me hacía querer besarlo.

—¿Yo tengo la culpa de eso?

—No.

—Entonces no te enojes conmigo por algo en lo que no tengo que ver.

—No me enfadé contigo, lo siento, es que odio todo esto, Zayn.

—¿Qué es lo que odias, muñeca?—volvió a recostarse y se giró para verme la cara.

—No quería decirte lo de mi padre porque no me siento bien diciéndolo, sabes.

—Perdón.

—No importa, ya lo he dicho, no hace falta que te disculpes.

Estaba siendo bastante fría con mi novio, pero me costaba acostumbrarme a hablarle un poco más cariñosamente y más ahora.

—Odio a mi padre.

—Lo mataré—aseguró, se veía tan seguro de sí mismo al decirlo que temía que fuera verdad.

—No, es que tu no lo conoces. Es un asesino—musité desviando mi mirada de la suya.

—No me da miedo.

—Zayn, por favor. Yo sé que eres fuerte, pero él te mataría de un solo golpe—respuse preocupada al pensar que sería capaz de buscar a mi padre, golpearlo y que este le hiciera algo peor.— ¿Sabes? Quiero irme a la mierda y alejarme de él.

—Nunca me has visto en una pelea.

—¿Te metes en peleas?

Tenía planeado empezar una lista de "Cosas que averiguar antes de aceptar ser la novia de un chico".

—En la escuela.

—¿Entonces no vas a la universidad? Digo, porque tienes veinte años...

—Abandoné la escuela por dos años por un trabajo—respondió seco, al parecer no quería hablar de ello.

—¿Vives aquí hace mucho?—Estaba intentando olvidarme de mi padre y concentrarme más en conocer a mi novio, y me parecía bien, necesitaba alejar la presión que sentía de pensar en qué diría cuando volviera a casa.

—Cinco años, vivía bastante lejos de aquí.

—Oh, yo vivo aquí desde que nací—comenté, a pesar de que no me lo hubiera preguntado.

Ambos callamos durante un rato, no era un silencio tenso o incómodo, pero quería saber solo una cosa más de él, la última, pero temía que se sintiera...¿acosado? con mis preguntas. De todos modos le pregunté, no tenía nada que perder.

—¿Es la primera vez que te enamoras? Digo, si es que estás enamorado de mí.

Aunque creía que aun era muy pronto para preguntar eso, es decir, apenas teníamos menos de un día de relación.


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Hola, espero que les haya gustado el capítulo :)

(Creo que dejé bastante en claro lo de "menos de un día de novios", lol)

❁ Espero sus votos si leyeron, y comentarios sobre qué les pareció el capítulo ❁

Besos, que no las coman los zombies, ahre.



Unconditionally- Z.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora