━ LA ÚLTIMA PALABRA

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( LA ÚLTIMA PALABRA )
CAPÍTULO IV

( LA ÚLTIMA PALABRA )CAPÍTULO IV•

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SOLO ERA EL COMIENZO. LA EQUIS, EL RÍO, LA LUZ. AQUELLO NO SE COMPARABA CON LO QUE SE AVECINABA. Y Gray lo sabía. La muchacha se paró a vomitar al piso de un momento a otro. Se quitó los cabellos de encima y miró lo que había dejado en el suelo. Estaba en una cabaña que ella desconocía. Claramente no era la suya ni la de Hunt. Era la cabaña donde se trataban a los heridos. La muchacha aun tenia los cabellos húmedos al igual que su piel gracias al imparable sudor que brotaba de sus poros. Gray se levantó y se miró, no tenía nada de ropa puesta. Tomó las sabanas de pelaje de conejo y se las puso al rededor del cuerpo. Temblorosa, agarró un trapo que se encontraba aun lado de la camilla y se dio la vuelta para limpiar lo que alguna vez comió y ahora se encontraba regado por todo el piso de madera. Pero para su sorpresa, aquel vomito ya no se encontraba en su respectivo lugar, sino que había desaparecido en un abrir y cerrar de ojos. La muchacha levantó la mirada del suelo y se encontró con Freya. La joven se tropezó con sus propios pies y cayó fuertemente al piso. La bruja estaba tan seria que su mirada asustaría a cualquier criatura que se le enfrentase. Gray solo miró la la viejecita, esperando algún castigo o algún regaño por parte de esta, pero en cambio, la bruja subió un dedo y Gray fue levantada por los aires por una fuerza invisible. Se encontraba parada frente a frente con Freya, y la vieja le tomó la mano. Los ojos de la bruja admiraron las marcas hechas en la piel de la palma y cuando intentó tocar la equis, esta se quemó en el intento.

Es verdad. —murmuró la bruja, comprobando los hechos frente a sus ojos.

—Freya, yo... —Gray fue silenciada.

—No puedo ayudarte —masculló la bruja.

Gray trató de agarrar el hombro de la bruja, pero una fuerza le tomó la mano y la alejó del cuerpo de la mujer.

—La oscuridad crecerá Gray —dijo la bruja—. Matará a todo aquel que se cruce en su camino y conquistará hasta al más poderoso reino. Todo se marchitará y morirá.

Gray comenzó a llorar, no comprendía las palabras de la bruja.

—Has despertado algo que nunca hubo de haber visto la luz del sol, Gray. Y solo tú podrás apagarlo. La oscuridad está más cerca que nunca, pero... pero la luz aún sigue en pie. La luz también llegará y enfrentará la oscuridad.

Los ojos de Freya se convirtieron en un blanco cegador. Su voz ya no era la misma; le desgarraba el tímpano a Gray quien se tapó los oídos en seguida. La bruja comenzó a flotar en los aires y la cabala se sacudió fuertemente. Gray se cayó al suelo soltando la cobija. Se alejó lo más que pudo de Freya.

—La oscuridad ya está aquí —susurró la bruja—. Y te consumirá hasta que ya no quede nada de ti.

Kira entró a la cabaña y se interpuso entre la bruja y Gray, la loba le ordenó a la vieja que se marchara y esta desapareció en un abrir de ojos. Gray estaba empapada de lágrimas, sudor y sangre. Hunt entró en seguida y se detuvo en seco. El muchacho nunca había visto a su amiga tan expuesta e indefensa, Kira tomó la cobija y envolvió a la muchacha en ella.

KING OF NEVERLAND ↠ PETER PANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora