━ UN NUEVO ALIENTO

225 28 0
                                    

( UN NUEVO ALIENTO )
CAPÍTULO IIV

( UN NUEVO ALIENTO )CAPÍTULO IIV•

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

LA MAYORÍA DE LOS DÍAS GRAY SE SENTÍA EN UNA ESPECIE DE JAULA LLENA AGUA. El mundo le daba vueltas y sentía que su cabeza flotaba por toda la pequeña habitación. La sensación de vomito aún seguía presente y la presión que sentía en el pecho comenzaba dolerle con más frecuencia. Gray miró las gotas de lluvia caer sobre el cristal de la ventana y aspiró con fuerza el olor a tierra mojada. Se pasó la mano por sus grasosos cabellos y se rascó una costra que tenía en la cara. La soledad le comenzaba a carcomer el cuerpo mientras que el paisaje cada vez perdía los colores que alguna vez fueron fuertes y vivos. La tierra estaba muriendo, y Gray se comenzaba a marchitar junto con ella. Pero todo se detuvo cuando a lo lejos vio a Mikkel cargar entre sus brazos al muchacho que ella se había encontrado en el rio. Gray temió que este estuviese muerto, pero por la forma en que Mikkel lo sostenía, Gray supo enseguida que aquel joven de cabellos fuego no estaba del todo muerto. Mikkel lo llevó a una cabaña que Gray conocía muy bien; su mismísima cabaña.

Si hesitar, se levantó y caminó hacia la puerta de su cabaña con intenciones de abrirla y salir de ella misma. Pero el recuerdo de Hunt le detuvo por completo. Gray necesitaba respuestas, y aquel muchacho podría dárselas. ¿De dónde provenía? ¿Porqué ambos brillaron aquella noche? ¿Sabia algo de la equis en su palma?

—Maldición —la muchacha comenzaba a dar vueltas por la habitación debatiendo si tomar el riesgo de salir o no.

Comenzaría llover dentro de poco, su olor no sería percibido por los lobos, ni en su camino a la cabaña ni en su cabaña. Su oportunidad era muy grande. Algo que la empujó más a correr el riesgo.

Sus pensamientos se esfumaron cuando alguien llamó a la puerta de la cabaña. Gray en seguida cerró las cortinas y gritó:

—¿Quién es?

—Ya sabes quien soy, Gray, déjame entrar —la profunda voz de Hunt resonó por las cuatro paredes a pesar de la puerta que se encontraba entre ellos.

—No —Gray sintió su corazón palpitar con más fuerza y rapidez, y ella sabia que Hunt escuchaba con facilidad aquello.

—Gray, por favor, tenemos que hablar.

—Vete de aquí —la ganas de llorar tomaron desprevenida a Gray, pero esta no soltó ni una sola lágrima.

—Gray...

—¡He dicho que te alejes de mi!

—Como gustes.

No se escuchó nada por un buen rato al otro lado de la puerta. Las botas de Hunt presionaron contra la madera de la cabaña y desaparecieron cuando debajo de sus botas comenzaron a crujir hojas. El muchacho se había ido y Gray se dio cuenta que de aquel día en adelante, nada volvería a ser igual. Comenzó a temblar y se jaló algunos cabellos en el acto, dándose cuenta que había rechazado a la única persona de su vida que la apoyó en todo momento.

Ya no tenía nada que perder. Aquellas cadenas que la anclaban se hicieron un poco más ligeras. Y cuando la tormenta llegó, Gray se escabulló a su propia cabaña, desobedeciendo las reglas que le había impuesto Mikkel. Gray encendió una vela, y se encontró a alguien recostado en su cama: el muchacho del rio.

━━━━━━━━━━━━━━━━

Gray se acercó al joven, quién parecía dormir plácidamente en lo que alguna vez fue cama de Gray. El joven de cabellos rojizos estaba envuelto en tantas cobijas, que Gray se asustó de que estas le aplastaran el cuerpo. La muchacha pasó su dedo por la superficie de la piel del joven, y la alejó enseguida. La piel del muchacho era lo más frío que ella había tocado jamás, incluso más frío que la nieve.

Un relámpago cayó del cielo, y Gray pudo ver con más detenimiento el rostro del muchacho. Y lo que alguna vez fue una estatua de mármol, estática, pálida y perfecta, abrió de repente los ojos. Estaba vivo.

 Estaba vivo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
KING OF NEVERLAND ↠ PETER PANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora