Capítulo 2 - Axl

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Cody se tiró al pozo y comenzó a bajar lo más rápido que podía por el empinado terreno. Tropezó con una piedra, pero se sostuvo y continuó corriendo hacia la persona que yacía tirada en el medio del agujero. Al llegar a su lado pudo verlo mejor: Era un joven más o menos de su edad, que solo llevaba puesto un pantalón raido y sucio. Parecía intacto. No estaba lastimado y se veía más limpio que Cody, quien se había llenado la ropa de polvo y tierra al tropezar por segunda vez. El muchacho parecía estar dormido plácidamente, con su cabello corto negro moviéndose con el viento...

Cody no sabía qué pensar, miles de preguntas cruzaban por su cabeza.

¿El joven provocó la explosión de luz? ¿Alguien lo había dejado ahí, quizás aquel misterioso destello? ¿Vino del cielo? ¿Será un ángel? No, eso es imposible se dijo a sí misma, dándose cuenta de que ya estaba yéndose por las ramas. Pero entonces, ¿Quién era?

Tenía que pedirle ayuda a alguien, ¿Pero quién acudiría a semejante hora por ella? Sacó su teléfono celular del bolsillo de su pantalón y mientras se agachaba junto al chico comenzó a buscar el número telefónico de su casa.

– Vamos mamá, atiende por favor – dijo en voz baja con desesperación mientras pensaba en su madre y en su casa. – Rápido...

Se acercó el teléfono a la oreja izquierda y apoyó su mano derecha en el pecho del muchacho, solo para corroborar que su corazón estuviera latiendo.

Todo lo siguiente ocurrió en solo unos segundos: Apenas tuvo su mano a unos centímetros del pecho cuando sintió como si una extraña fuerza magnética la atraía hacia él. La mano de Cody fue empujada hacia el chico por aquella fuerza y se pegó a este como un imán. De pronto aparecieron un montón de imágenes en su mente, visiones que pasaban una tras otra a una velocidad increíble: Eran sus recuerdos. En una de las tantas imágenes pudo verse a sí misma de niña, a sus amigas Annika, Zelda y Lily cuando tenían solo nueve o diez años de edad, e incluso pudo ver el rostro de su madre, quien la miraba sonriente. Todas estas visiones que se mezclaban al mismo tiempo la confundían y mareaban...

Al instante todo el lugar se transformo en una mancha difusa, como si se moviera a gran velocidad. La joven sintió como si no pudiera respirar mientras su cuerpo se sacudía en diferentes direcciones.

De pronto quedó cubierta por agua. Fue una sensación tan repentina que tragó un poco de líquido al respirar el aire que ya no estaba. Su mano izquierda soltó el teléfono celular y su mano derecha se separó del pecho del joven dormido, quien siguió cayendo a su lado lentamente hasta tocar el fondo celeste.

Cody nadó hacia arriba y al instante rompió la superficie del agua. Al asomarse para tomar una bocanada de aire se quedó totalmente sorprendida. Estaba nadando dentro de una enorme piscina, pero no de cualquier piscina, era la suya. De alguna forma ella y el muchacho habían llegado al patio trasero de su casa. La chica se quedó contemplando absorta su patio como si lo viera por primera vez, hasta que recordó que el joven desconocido no había salido del agua. Cody tomó otra gran bocanada de aire y volvió a sumergirse, lo que le costó un poco ya que tenía puesto su sobretodo negro.

Llegó nadando hasta el fondo de la piscina. De a poco apoyó sus pies en el fondo, se paró al lado del misterioso muchacho y lo agarró por debajo de los brazos. Trató de levantarlo, pero desistió al instante ya que le costaba mucho hacer fuerza y seguir conteniendo la respiración. Sintió un leve dolor en el pecho, pero aun así volvió a intentarlo una vez más.

De pronto se sintió un fuerte temblor, y una fuerza invisible los disparó a ambos hacia arriba rompiendo la superficie del agua y cayendo con todo su peso a un costado de la piscina sobre las frías losas grises. Cody y el chico quedaron tirados en el piso, empapados. La cabeza le daba vueltas y todavía no había reaccionado por completo sobre lo que estaba ocurriendo.

Historias de Parque Blanco - Axl (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora