11: Recuerdos Dolorosos del Pasado

108 5 0
                                    

Como todo en este mundo, este fanfic tenía que llegar a su fin y ese día ha llegado hoy.

A todos los que lo habéis seguido, muchas gracias por vuestro apoyo ^^
Y a los que lo estéis leyendo en el futuro, ¡gracias también! Y buscar por mi perfil que seguro que estoy subiendo alguno más UwU

┏━━━━━━🐢━━━━━━┓


<

POV Castiel >

No sé cuánto tiempo he esperado en esa sala, pero debe haber pasado cerca de una hora hasta que he visto entrar por la puerta a mi vecina. Se ha sentado en la silla de al lado de la mía, con la cara entre las manos y mechones negros cubriéndole parte de ellas.

— ¿Alguna novedad? —pregunto para romper el hielo.

—Me han dicho que no es nada grave y que la intervención es rutinaria y muy sencilla... Tendrá que quedarse hospitalizada un par de días.

—Todo saldrá bien... —intento calmarla, con la voz más tranquilizadora posible, aunque yo también estoy nervioso.

Paso mi chaqueta sobre sus hombros y ella me mira, de nuevo confusa ante mi acto. Yo solo fuerzo una sonrisa, ha salido a prisas de casa y ni se ha cambiado, sigue llevando unos pantalones de deporte y una camiseta larga con un pingüino dibujado.

—No tienes por qué quedarte. De todas formas tendré que quedarme con ella y por la mañana habrá buses.

—Quiero quedarme, de todos modos ya me he desvelado —explico, intentando restarle importancia al asunto.

—Siento haberte despertado, pero no sabía qué más hacer...

La miro, atónito, no me creo que me esté pidiendo disculpas. La agarro por los brazos con brusquedad y la miro a los ojos, ahora está más confusa aun.

—No acepto disculpas estúpidas, da igual la hora que sea, si necesitas ayuda, no dudes nunca en llamarme.

Sus ojos comienzan a estar llorosos y solo logro distinguir un confuso "gracias" salir de sus labios. La rodeo por los hombros con mis brazos y la atraigo hacia mi pecho, estrechándola todo lo que puedo contra mí. Ella necesita consuelo y yo estoy a su lado totalmente dispuesto a hacerlo, sin ni siquiera sabes por qué.

«...»

Han pasado varias decenas de minutos hasta que por fin ella vuelve a hablar, de nuevo musitando un "gracias", esta vez más claro. Yo sonrío, aun contra su pelo, y ladeo mi cabeza un poco para poder hablarle.

—No necesitas repetirlo, idiota —ella se aprieta más contra mi cuerpo a modo de respuesta. Acaricio su pelo, hasta la mitad de su espalda—. Asique ¿Molly es tu hija?

Ella vuelve a sorprenderse ante mi pregunta y yo dudo de si este era el momento apropiado para hablar de esto, lo último que falta es que la hiera por mi falta de empatía. Sin embargo ella me responde.

—Sí, es mi hija.

— ¿Y su padre? —pregunto una vez más. Estoy siendo un completo imbécil, pero tengo curiosidad y, ambos, mucho tiempo por delante aquí sentados.

—No tiene, lleva muerto mucho tiempo.

—Lo siento, no quería... —me apresuro a decir, pero ella niega con la cabeza y me mira a los ojos, forzando una sonrisa.

—En realidad no está muerto, solo lo está para mi familia —explica, yo asiento conforme estoy prestando atención a lo que dice—. Era un imbécil con el que salía hace tiempo, se fue sin siquiera despedirse cuando se enteró de que estaba embarazada.

Grunge a las 2amDonde viven las historias. Descúbrelo ahora