El regreso {Los juegos del hambre ♡}

Capitulo 1

-Susan Mellark

El nombre resuena por la plaza, la hija de Katniss Everdeen y Peeta Mellark ha sido escogida como tributo de los 76º Juegos del Hambre. Han pasado casi cuarenta años de los 75º juegos, casi cuarenta años desde la rebelión que Katniss provocó.

Susan Mellark es una chica de pelo negro como el carbón y ojos azules, delgada y bastante alta con ya 18 años de edad al igual que yo. Ella es mi mejor y única amiga.

Soy una chica reservada a la que todos ignoraban, mi madre y mi padre se casaron por mi abuelo materno cuando mi madre se quedó embarazada, al cual tenía mucho cariño. Él y mi abuela me trataban como si fuera un tesoro, ambos murieron cuando yo apenas tenía cinco años, sin embargo mis abuelos paternos me repudiaron incluso antes de nacer.

A pesar de que mis abuelos tenían una vida acomodada no quisieron darnos otra cosa que no fuera comida o lo absolutamente necesario para vivir. Cuando murieron los abuelos lo dejaron todo al orfanato del distrito para mejorar la vida de otros niños y que hasta que el dinero se acabara se mandara una cantidad específica de comida, con lo que mi padre no estaba de acuerdo por lo que discutían mucho y aunque no lo he visto nunca con mis propios ojos sé que él le pegaba.

Mi madre me protegía y aunque era fría y nunca me lo decía sé que me quería, ella murió cuando cumplí nueve años, la casa de mis abuelos que hasta el momento había sido de mi madre se volvió mía y a mi padre no le dejó nada.

Mi padre empezó a vender el suministro de comida que nos llegaba a cambio de alcohol para emborracharse hasta perder el sentido, cuando llegaba a casa me gritaba que todo era mi culpa que si yo no hubiera nacido todo estaría perfecto y terminaba pegándome. Ahora simplemente me escapo por la ventana en cuanto le oigo entrar en casa.

Susan y yo nos hicimos amigas de puro milagro, una noche cuando yo tenía once años me llamó Ripper diciendo que mi padre estaba muy borracho y que fuera a buscarlo. A regañadientes lo hice. Cuando llegué él no se podía siquiera mantener en pie. En cuanto me vio y logró ponerse en pie, en lugar de gritar o intentar pegarme como en tantas otras veces me empujó contra la pared más cercana y me empezó a besar, trataba de separarme pero incluso borracho era más fuerte que yo, cosa que siempre he odiado con toda mi alma, pero cuando empezó a bajarme los pantalones Katniss apareció y le echó, Susan estaba con ella y mientras Katniss gritaba de todo y le empujaba Susan me ayudó a recolocarme la ropa y me empezó a hablar de lo primero que se le ocurría para no dejarme pensar en lo que acababa de pasar y en lo que podría haber pasado si ellas no hubieran estado allí.

Esa noche Katniss me obligó a que fuera a dormir a su casa y después solo trataba de alimentarme y ayudarme cosa que yo no le dejaba. Se sentía mal aceptar comida que no me había ganado incluso me había costado con la que mis abuelos habían preparado pero de vez en cuando lo hacía para no morir de hambre y que los del colegio no se dieran cuenta de todos los problemas que en mi casa se cocían.

A la edad de doce años Katniss me trataba como uno más de su familia por lo que decidió enseñarnos a cazar a los tres, Susan, su hermano Chuck y a mí. Cada uno tiene sus puntos fuertes, hacemos buen equipo y por exigencias mías cuando salimos a cazar, esté o no Katniss con nosotros, el botín se reparte entre los tres, a pesar de que ellos no lo necesitan. También Peeta me ha ayudado dándome trabajo de vez en cuando a cambio de pan.

Por eso ahora que escucho como el nombre de mi mejor amiga retumba por toda la plaza reconstruida no puedo evitar ver pasar la vida ante mis ojos. Dirijo la mirada a Chuck, tiene el pelo engominado como en las imágenes que han pasado de Peeta de los 75º juegos sus ojos grises húmedos tratando de contener las lágrimas porque su hermana ha sido escogida, aunque Chuck es menor que Susan por ni siquiera dos años se comporta de forma muy protectora con ella.