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Déjame huir de su sonrisa, su mirada y tus ganas de querer hacer posible lo imposible. Porque me tienta a creer que se puede.

Déjame huir de esta opresión en el pecho cuando me falta, y de ese martilleo constante cuando está cerca pero lejos.

Corazón, por favor, déjame huir de él.
Déjame huir de mis sentimientos para refugiarme en algo mejor.

SENTIMOS MEJOR BAJO LA LLUVIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora