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No podía mirarte a los ojos y fingir que todo estaba bien, no podía sonreirte y hacerte ver  que no me importaba, no podía hacerlo porque me importas lo suficiente como para que resultara imposible mentirte.
No me era indiferente lo que me dijiste, me dolió y entonces no sabia  qué hacer, ni como sobrellevarlo.
Tampoco sabía  que sentías tú al hacerme esto...
Intentábamos hablar igual que antes pero las palabras estaban huecas, se moría la confianza e intentabamos evitarnos...
Lo único que sabía era  que no queria  perderte por algo así, no. Porque sería demasiado estúpido luchar contra algo que nunca sería  posible.

Porque me importas lo suficiente como para no perderte... A pesar que el culpable de esto quizás fueras tú.

Así que al final te sacrificaste por  ese error que te hacía sentir tan mal, al menos eso es lo que me decías.
Estuviste triste, yo también lo hubiera estado, así que te consolé e intentaba estar feliz por aquello que habías hecho porque sé que lo querías para ello, mi felicidad. Pero no podía, puedo ni nunca podré ser feliz por algo que a ti te duela tanto.
¿Fui estúpida al sentirme triste?
¿O mejor persona por no serlo?

SENTIMOS MEJOR BAJO LA LLUVIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora