Love Lies. (Ziam)

Capitulo 1.

Liam bajaba las escaleras a toda prisa mientras hablaba con su hermana por teléfono, bueno, mas bien ella era la que regañaba a Liam por su tardanza a la fiesta de compromiso de la misma. Ella sabia lo despistado que era su hermano y muchas veces le advirtió sobre que más le vale que llegara temprano.

—¡Te lo dije muchas veces Liam, llevas retrasado 40 minutos! —Regañó.

Liam suspiró, ese día su chofer Dusty tenía la tarde libre así que le tocaba conducir.

—Lo sé, Caroline ya deja de regañarme. Ya voy en camino.

Subió a su auto, con cuidado puso el regalo de su hermana en el asiento de atrás; dejó el celular en altavoz para poder ponerse el cinturón, encendió el auto y arrancó a toda prisa.

—Quiero tu trasero aqui, en 10 minutos.

—Sabes que es imposible, el hotel esta del otro lado de la cuidad. Y yo ni siquiera vivo cerca de la cuidad.—Explicó Liam.

Nunca le habia gustado el bullicio y ajetreo de la cuidad, era amante a la tranquilidad y la naturaleza por eso se mudó a una hermosa colonia de millonarios alejada de la cuidad, donde la naturaleza abundaba. Y si, los viaje a sus empresas serian mas largos pero la tranquilidad como esa valía el sacrificios.

—Usa el turbo o que sé yo, Louis esta aquí haciendo de la suyas, no ha dejado de acosar al hermano de Fred y estoy a punto de ahogarlo en la fuente de chocolate.

—Te dije que lo permitieras tomar.

—¡Liam!

—Bueno bueno, tengo que colgar estoy conduciendo, te amo.

Colgó, su hermana era una dolor en el culo cuando se lo proponía.

La lluvia comenzó a caer contra su parabrisas de un momento a otro. Suspiró con cansancio, sinceramente que comenzara a llover era lo último que Liam esperaba. Era una carretera poco transitada de hecho, muy poco pero la tomó como un atajo, mas le valía llegar lo antes posibles al compromiso o su hermana lo torturaría de maneras inhumanas.

La lluvia cada vez era mas fuerte y con mucho viento, parecía mas una tormenta. Su auto comenzó a perder velocidad y soltaba un raro sonido que preocupó a Liam; hasta que se detuvo a la orilla de la vía, su auto se apagó y por mas que trataba no parecía querer encender otra vez. Lo intentó por un largo tiempo pero fue inútil.

—¡No! ¡No! ¡Mierda!—Golpeó con enojo el volante.—¿!Por qué me pasa a mi!?—Lloriqueo.

Bien, supo que no tenia de otra que salir en medio de la lluvia a chequear el carro. Abrió el bonete pero antes de salir se quito el saco y remango su camisa como si eso evitaria la gran empapada que tendria.

Salió del auto y chillo por el frío de la lluvia, abrió el bonete y lo sostuvo con su gancho mirando que diablos había pasado pero sinceramente la mecánica no era su fuerte.

—Creo que deberías llamar a un taxi.

La voz de un muchacho lo espantó, sacándolo de su "Concentración" sobre como arreglaría el auto.

La lluvia era fuerte pero aun así pudo divisar al muchacho quien se acercó a Liam para compartir su sombrilla con el. Era un chico, mas bien un adolescente, llevaba un abrigo con capucha y su pelo recogido en una coleta.

—Gracias. No lo pensé, no sé porque diablos no llame un taxi.—Se golpeó mentalmente por lo estúpido que los nervios lo volvían.—¿Tu de donde saliste?

—He estado observándolo como por 5 minutos desde esa estación de autobús.—Señalo, a unos cuantos metros. —Señor usted es un imbécil.

Liam observó al chico con enojó y perplejidad ¿Por qué le llama así sin conocerlo? Que atrevimiento y falta de educación abordaban a este niñato.