Capítulo 3.

311 39 21
                                        


La cena con sus padres resultaba mejor de lo que esperaba, bueno, dentro de lo que cabe si no hubiese sido por la entrometida de su hermana que le dijo a todos la razón por la que llegó tarde a su fiesta de compromiso, la razón un poco manipulada por ella. Le contó a sus padres que Liam llegó tarde por estar follando con un chico y que según Anton el chico era mucho menor que Liam. Sus padres se escandalizaron para luego darle el discurso del año.

—Liam tienes 33 años, no puedes andar con un niño, aceptamos que seas gay pero eso no te da derecho a ser desvergonzado.—Su madre tomó un sorbo de vino después de decirle aquello.

—¡Que no tuve sexo con él!—Repitió el castaño por centésima vez. Frustrado y más que enojado con su hermana la chismosa.—Solo le di un aventon, el perdió su bus por mi culpa.

—¿Bus? ¿Es pobre? Oh Oh, Jésus, prends-moi une fois pour toutes.—Dijo la mujer en un perfecto francés.

—Y si hubieras escuchando esos gemidos asquerosos, mamá me traume.—Añadió Caroline, para avivar más el fuego. Por dentro estaba muriendo de risa.

—¡Harpie vénéneuse! —Le gritó a su hermana quien no cambiaba su inocente expresión.

—¡Liam! Respeta a tu hermana.—Su padre por fin intervino, cansado de las peleas infantiles.—Ya no tienen 6 años ¡Mon Dieu! Comportense ambos porque no quiero perder la paciencia. Caroline  tu hermano es libre de hacer lo que quiera y Liam, que sean mayores de 21, por favor.

Liam rodó los ojos, ya no sabia como explicarles a sus padres que no tuvo sexo con Zayn. Se rindió observando la cara burlona de su hermana, si que se las cobró y de que manera.

A la mesa llegó un castaño, totalmente desaliñado; traía puesta una pijama dandole a entender a todos que recién se había levantando, Elliot, es el menor de los Payne pero a la vez lo que se dice la oveja desubicada de la familia; recién empezaba su último año de preparatoria y ya había sido suspendido 4 veces. El menor tomó asiento al lado de su hermano mayor, agarró la ensalada sirviendo de inmediato y luego un poco de pollo; empezó a comer cuando la mirada severa de todos cayó sobre él, dejó los cubiertos a un lado y sonrió falsamente.

—¡Buongiorno!—Exclamó tan fingido que incluso causó gracia en Liam.

—¿Buenos días? ¿Sabes que hora es Elliot Payne?—Su madre estaba furiosa pero era algo con lo que Elliot lidiaba a diario.

—Asi me llamo pero tu puedes llamarme solo Elliot, mamá.—El sarcasmos era el plato cotidiano de Elliot. Lo cual a su mamá no le agradaba, hasta la sacaba de sus casillas.

—Elliot ya deja a mamá en paz.—Le regañó Liam, también luchando para no reír.

Encogió los hombros y continuó comiendo al igual que todos.

Liam y sus hermanos habían crecido en el nido de los idiomas. Sus padres eran franceses, ambos de familias adineradas decidieron formar su propia empresa, un patrimonio que dejarle a sus hijos y que ahora estaba al mando de Liam por ser el mayor. No les importó que su hijo a los 18 años tuvo la valentia de confensar que era gay, lo apoyaron. El primer pensamiento de Liam fue que las empresas no tendrían heredero por su parte a lo que su madre respondió que no importa si adopta, si es bien criado y educado será un gran heredero.

Después de una gran cena, la familia estaba reunida en la sala, hablando sobre los negocios o cualquier tema trivial; todos a excepción de Elliot quien se estaba alistando para salir con un par de amigos.

El mencionado bajó las escaleras hablando por teléfono ve a saber Jesús con quien. Se notaba muy animado, cuando estuvo a punto de salir Liam le bloqueó la entrada y le arrebató el celular.

Love Lies. (Ziam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora