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*Misha*

Pronto Yuzuru llegó con nosotros al lobby y ya preparados nos encaminamos a la discoteca.
No tardamos más de 10 minutos en llegar, había una fila grandísima por la que mis amigos pusieron mala cara, miré al guardia de arriba a bajo y recé por que esto funcionara.

Había coqueteado muchas veces, era algo que me resultaba bastante sencillo, mujeres u hombres; daba igual, aunque debo decir algunas veces había recibido un golpe por coquetear con alguien, que por no decir más cosas, simplemente no le iban los hombres.

-Hey.- Me acerqué con una sonrisa al mastodonte que tenía en frente debía medir algunos dos metros.
-Vuelve a la fila, niño bonito.- En ese momento dejo entrar a dos chicas y la iluminación de adentro dejó ver mi rostro con más precisión, aproveche y retiré algunos cabellos de mi rostro, el me miró con intriga y yo sonreí satisfecho.

Antes de que pudiera volver a hablar el se acercó lo que me hizo aterrorizarme un poco, pero mantuve mi posición, se acercó a mí oido y dijo.
-Eres Misha, ¿no es asi? El que patina.-
Le indique que se callara enseguida, la gente era muy curiosa y no quería que nos molestaran hoy, el se alejó y asintió rápidamente, para luego decir "pasen, pasen". Yuzuru y Sora entraron, Sora me miró de forma picarona y burlesca lo que me hizo mucha gracia, el guardia se volvió de nuevo hacia mí y me dijo, "al salir por favor dame un autógrafo para mi esposa, está obsesionada contigo, eso le haría muy feliz" le di las gracias y le dije que con mucho gusto, sin más entre a la discoteca en busca de mis amigos.

No lograba encontralos por ningún lado, y de apoco me introduje más en la discoteca.

*Sora*

Cuando llegamos a la discoteca había una fila enorme, no pude ocultar mi cara de fastidio, la verdad es que no soy muy paciente, vi que Misha se acercó al guardia de la puerta, no sabía muy bien que trámaba hasta que nos dejaron entrar, es todo un coqueto le mire pícara como burlándome de él y entré junto a Yuzuru.

Quede segada momentáneamente por las luces incandescentes, había bastante gente, algunos bailaban, otros charlaban, y otros se dedicaban a comerse, aparté la mirada de esa escena ligeramente incomoda, jalé a Yuzu hacia la pista de baile, comencé a moverme al ritmo de “Animals”, el chico solo me miro sonriendo, sabía que le daría pena bailar, pero hice que lo intentara, fue cuando me dí cuenta que alguien faltaba, ¿Dónde estaría Misha?.

*Misha*

Sin saber exactamente como, ya había bebido algo, tenía un vaso de cerveza en mi mano derecha y dos mujeres bailaban junto conmigo de una manera muy provocativa, se frotaban a mi cuerpo haciendo que me dieran pequeñas descargas eléctricas.
Esto se me estaba llendo de las manos y no tenía ni idea de dónde estaban mis amigos, más sin embargo me sentía fantástico, necesitaba relajarme un poco, creo que me lo había ganado después de el estrés que es mi vida.

Pronto el tiempo había quedado en un segundo plano y no me di cuenta bien de qué tanto había bailado hasta que sentí que tenía sentarme un momento por que el calor me estaba sofocando, me detuve y le dije a las chicas que iría a sentarme ellas rieron y se agarraron de mis brazos diciendo, "vamos" mis ojos se distrajeron un momento de las dos preciosidades que tenía en mis brazos a un chico rubio que nos miraba de forma extraña, supuse que él era su acompañante por lo que me sentí como un imbécil por llevarmelas así como así.

-No deberían dejar a su amigo ahí.- dije para soltarme y acercarme a el.
-Hey, ¿no vienes?- El me miró sorprendido pero no se negó, dió una media sonrisa y sus ojos verdes brillaron por las luces de la discoteca, así volví por las chicas y fuimos en busca de una mesa.

Ya sentados empezamos a hablar, más que nada a coquetear con las chicas, no me vendría mal algo de sexo, el chico estaba callado y se miraba un poco incómodo, probablemente porque acaparaba toda la atención de las chicas y volví a sentirme como un imbécil.-Se me olvidó preguntar tú nombre.- Dije mientras le sonreía.- Demian.- Devolvió la sonrisa y las chicas interrumpieron.-Yo soy kiara.- Y yo Rebeca.

Mierda.
Tampoco había preguntado sus nombres. Después de unos cuantos minutos ví a mis amigos buscándome por la discoteca, les grité y les indiqué con mis manos que vinieran aquí.

*Sora*

Bailé, bailé, bailé... Y bailé hasta que las piernas me fallaron, Yuzu no había bailando tanto pero también se había cansado, nos dirigimos a la barra porque moría de sed, nunca en mi vida había bebido alcohol asi que pedí sugerencias, el encargado se río de mi, pero de igual forma me dio Mead (aguamiel), agradecí con una sonrisa, Yuzuru no quiso nada porque en verdad no soporta el alcohol, y así  nos retiramos en busca de quien nos faltaba. Caminamos un poco por el lugar en busca de Misha hasta que lo divisamos con un par de chicas y un rubio bastante lindo.

—Estaba preocupada por ti, pero veo que tienes buena compañía.—Reí levemente.—¿Nos presentas?—Sonreí.

*Misha*

Dude un poco, ¿debería decirles quienes éramos en realidad? Es decir, ni siquiera les había dicho mi nombre, aún así Sora se veía bastante animada y no quería cortar el buen rollo.

Les dije nuestro nombres sin tapujos, para nuestras suerte estos tres no sabían nada sobre el patinaje y le restaron maso importancia a ello, parecía que lo único que les importaba era enrollarse con alguien está noche.

Patinando alto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora