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Problemas

Fue lo que pensaste al dejar caer el jarrón favorito de tu madre por accidente, ella lo había escuchado y fue a ver que pasaba con una mirada molesta al caminar, al llegar se quedó viendo el jarrón en el suelo por unos segundos y levanto la mirada hacia ti, podías sentir la ira que desprendía y sabias que lo que le seguía no iba a ser bueno para nada.

Lo primero que hizo fue sostenerte del cabello firme y fuertemente para después arrastrarte a la sala de castigo y tirarte ahi, el golpe dolió mucho como era de suponer, aunque eso no importaba, lo que si era importante en ese momento era el hecho de que seguramente estarías encerrada en la habitación de castigo sin comer ni beber nada por un largo tiempo gracias a ese pequeño error que cometiste.

Lo único que escuchaste después de ser lanzada a la habitación fue el fuerte sonido de la puerta siendo cerrada con fuerza, lo habías aceptado, cometiste un error y obtuviste tu castigo, como siempre, se deben pagar consecuencias por cada acción que se comete.

Te quedaste sentada al borde de la puerta, pensando que hacer para evitar más errores, debías mejorar, debías perfeccionar tus acciones para evitar malas consecuencias, pero, ¿como?

Seguiste pensando por horas, o al menos eso parecia, no habías visto tu reloj lo que era extraño en ti, estabas muy distraída últimamente, no sabias porque, empezaste a distraerte más de la escuela y las labores de la casa desde San Valentin.
¿Será por Tsubaki?
No lo creo, ¿por qué debería ser el la causa?
Solo es un extraño hombre que conociste en el parque.

-Últimamente pienso mucho en el- pensaste -¿No será que estoy comenzando a ser algo más que solo su conocida?, Nunca he tenido estos sentimientos por alguien mas, debe ser porque no soy muy sociable, pero... ¿No podrá ser que este comenzando a sentir algo por el?- tus pensamientos te tenían confundida, ¿que era este nuevo sentimiento que estaba siendo experimentado?, no lo sabias, ¿como podrías saberlo?, no socializabas mucho y no sabias casi nada sobre los posibles sentimientos que podrías tener.

Un extraño ruido te saco de tus pensamientos, era como el sonido de alguien siendo atacado por una espada, rápidamente te levantaste alejandote de la puerta, creiste escuchar a tu madre diciendo tu nombre, no, seguramente no, tu madre al estar enojada no podía ni mencionar tu nombre, y menos si eras la causante de su enojo, por eso no podías creer que ella pronunciará tu nombre en ese momento.

Escuchaste pasos acercándose a la habitacion y antes de que pudieras darte cuenta la puerta estaba hecha pedazos y había una silueta conocida para ti frente a ella, Tsubaki.

-Hola (t/n)___-chan- dijo con una sonrisa maquiavelica y un tono burlón -Tu familia no me pareció muy interesante al verlos por primera vez, espero que no te importe que los haya lastimado un poco- dijo mientras observabas que estaba cubierto de sangre.

Te quedaste observandolo unos segundos sin expresión alguna en tu rostro, estabas analizando lo que estaba pasando en ese momento, te acercaste a Tsubaki para observarlo mejor, el parecia extrañado, la sonrisa que antes estaba en su rostro había desaparecido dejando una mueca de asombro y confusión, lo rodeaste, dejándolo aún más confundido, te dirigias dirigias a la puerta, al dar unos pasos fuera de la habitación pudiste reconocer que lo estaba afuera de ella eran cadáveres, los observaste mejor y pudiste reconocer cada uno de los cuerpos tirados sobre ese frío piso, las sirvientas, los mayordomos. Decidiste seguir caminando por el pasillo para ver con que te encontrabas, tus abuelos, tirados en una esquina llenos de sangre y aun así abrazándose, no les diste mucha importancia, seguiste tu camino con la misma mirada que tenías todo el tiempo, entraste a la sala y pudiste divisar el cadáver de tu padre al lado del sillon, sonreiste burlona y cruelmente, te alegraba, al fin había muerto ese bueno para nada que lo único que lograba era causar furia dentro de ti...

-¿Que otras sorpresas podré encontrar?- dijiste en un susurro observando el resto de la habitación con una sonrisa, Tsubaki te miraba desde el pasillo donde antes estabas, te habías olvidado completamente de su presencia.

Seguiste caminando, la sala de juegos, tu hermana, el ser que más despreciabas por sus constantes mentiras y engaños. -Oh hermanita, al fin sabes lo que es no poder tener lo que quieres- dijiste burlonamente mientras soltabas una pequeña risa.

Escuchaste el sonido de una puerta abriéndose seguido de un grito de espanto, tu madre había llegado, ella habia salido para comprar ingredientes para la cena y algo de ropa para tu hermana.

Fuiste a donde ella estaba, la mirada en su rostro expresaba miedo y arrepentimiento, al verla así sentiste una gran opresión en el pecho, ¿por qué?, ¿por qué estoy sintiendo esto?, ella no significa nada para mi, es su culpa que sufra tanto, es su culpa que yo no sea feliz, no debería sentirme asi, no debería tener lástima por ella, ¿por qué no ha muerto?, ¿por qué no ha obtenido el destino que se merece?, Haré que lo obtenga, haré que pague por lo que me ha hecho sentir, por mi constante sufrimiento, ella... morirá- te sentías abrumada por tus pensamientos, tu mente no estaba despejada, era como una tortura mental, dolía... pero no podías escapar.

Sin pensarlo comenzaste comenzaste a caminar hacia ella, ahora se encontraba sentada en el piso, observando el cadáver de su esposo, volteo a verte para después fijar su mirada en Tsubaki y posteriormente en su espada, te acercaste a ella, cada vez había menos distancia entre ustedes, podías sentir su miedo, estabas temblando, no sabias que hacer, no podías parar.

Tenías una pequeña navaja en una de las bolsas de tu pantalon, la habías tomado del cuarto de tu padre antes de tirar el jarrón para limpiarla.

Te acercabas a tu madre, estaban a pocos centímetros de distancia.

-Te dare lo que te mereces, pagaras por lo que me has hecho-. Fue lo que dijiste mientras la observabas y levantadas del piso.

Con un ágil movimiento sacaste la navaja y cortaste su cuello, tus movimientos eran tan rápidos que parecían invisibles, soltaste su cuerpo mientras observas la sangre que salía de este y ensuciaba tanto el piso como tu ropa.

Tu sonrisa comenzó a desaparecer mientras regresaba tu fria expresión, temblabas, comenzaste a soltar lagrimas, ¿así se siente la tristeza y el verdadero dolor?, era abrumador, dolía, no lo podías soportar, querías regresar el tiempo y eliminar tus malas acciones.

~Todo tiene una consecuencia~

No te gustaban las malas consecuencias, las odiabas, habias tenido varias pero esta era la peor.

Después de unos minutos tu llanto paró, te secaste las lágrimas y regresaste a tu actitud normal.

~Debes enfrentarlas~

Debías enfrentarlo, es lo que pasó por tus acciones cometidas.

~No importa que tan duras sean~

Lo has aceptado, ya no importa, es lo que paso.

Volteaste a ver a Tsubaki, tenía una mirada de asombro, era lo típico de el, creo que cada vez lo sorprendías mas, lo cual a ti no te importaba, en ese momento querías estar sola, alejarte, esconderte, pero eso sería muy cobarde.

Volteaste tu mirada a la puerta.

-Gracias Tsubaki-sama- fue lo último que le dijiste, saliste de tu casa y desapareciste, no necesitabas nada ni a nadie. Ya tenías más que suficiente.

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⏰ Última actualización: May 09, 2018 ⏰

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