parte 2

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13 años de edad

-¡Esa niña es un demonio!- Grita nuestra vecina mientras mi madre y yo pasamos por la cera.

-No le hagas caso cariño, esa mujer te confunde con tu hermana- asiento mientras vamos a casa.

Cada día son más problemas para mis padres por culpa de mi hermana, lo peor es que yo caí también y en ocasiones terminó recibiendo una paliza por culpa de ella.

Desde que nuestros padres no supieron diferenciarnos, ella aprovecha la ocasión para que yo me haga pasar por ella y sea yo quien reciba los golpes, insultos y enfrentamientos. No sólo de nuestros padres si no de la misma comunidad.

-Amor ¿Qué sucede?- al entrar a casa vemos a mi padre pasear por la sala.

-¿Dónde está tu hermana?- Dice mi padre ignorando a mi madre.

-No lo sé papi- Susurro con temor.

-Vete a tu cuarto cariño y no salgas- Susurro mi madre mientras avanzo a mi habitación me detengo para escuchar lo que hablan mis padres.

-¿Ahora que hizo?- Me quedo a mitad de las escaleras.

-¡¿Qué hizo?!- Grita mi padre - ¡¡¡Ahora esa niña se volvió asesina!!!- Tapó mi boca.

-¿Cómo.... Como que asesina?- Pregunta mi madre.

-Ha matado el gato de la señora Tompon, bien sabes que no es la primera vez que mata al animal de un vecino-

-¿Qué vamos hacer?-

-Tendremos que internarla, es la única manera en tenerla controlada- Subo las escaleras y me encierro en mi cuarto a llorar. No quiero que me separen de mi hermana, aunque ella haga cosas malas, no es su culpa, es por su enfermedad.

Me despierto al sentir que me abrazan y cuando volteó, veo a mi hermana llorando.

-Nos quieren separar- Murmura.

-No quiero que lo hagan- Susurro.

-Te quiero hermanita, Perdóname- Amabas nos mantenemos abrazada.

-¡Ya sé que hacer!- Exclama. Tallo mis ojos, no sé en qué momento me quedé dormida llorando.

-¿Ahora qué idea tienes?-

-Que tú seas yo y que yo seas tú-

-No entiendo-

-Mira si tú cambias tu nombre a Cristina, yo me llamaré Camila-

-No quiero seguir cambiando Cristi, siempre terminó golpeada y...- Mi hermana me interrumpe.

-De ahora en adelante seré buena te lo prometo- Mi hermana se arrodilló en la cama.

-Por favor, dijiste que harías todo por mi- Murmura llorando.

-Está bien, pero promete que te portarás bien-

-Lo prometo-Dice abrazando me -Gracias siempre he odiado el nombre Cristina y siempre he querido ser Camila- Dice mi hermana mientras ambas seguimos abrazada.

Pase 6 meses en un sanatorio mental, al parecer mi hermana había cumplido su palabra y no volvió a meterse en problemas. Claro si yo era ella no podía hacerlo mientras no estaba.

Cuando llegue a casa mis padres aun dudaban de mi cambio y con el tiempo pudieron estar tranquilos. Con los meses pudimos ser una familia casi normal ya que mi hermana al ser Camila se comportaba mucho mejor y yo como Cristina no se me ocurría en meterme en problemas y la Policía no volvió, los vecinos dejaron de insultarme y podíamos tener una adolescencia normal.... O eso creí.

Lo escribo desde mi celular a la carrera, si ven errores me informan por favor... Sus votos y comentarios son importantes para mí.

Xoxo

 Doble identidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora