Mi Rubio Ángel De Fuego.

Capítulo 11: Lazos.

Gisela se encontraba junto a Wolfram, revisaba sus signos vitales, pero no había mejoría. Seguía inconciente.
Habían pasado cuatro días desde que volvieron a Nuevo Makoku.

-Sus signos vitales se debilitan cada vez más, mí maryoku médico no le hace efecto- dijo Gisela volteandose hacia Yuuri.

-Pero debemos hacer algo, debe haber algo que podamos hacer- Yuuri comenzaba a desesperarse.

-Hay algo que puede hacer Ud, Majestad- le dijo la peliverde mirándolo seriamente- Puede traspasar su Maryoku, que es más poderoso, hacia su excelencia Wolfram.

-¿Y que sería lo que tiene que hacer su Majestad?- preguntó Günter.

-Besarlo- dijo seriamente mirando a su padre.

-¿¿¿Qué??!!- dijeron todos.

-¡Cómo pueden si no están casados!- Günter no lo creía.

-Estamos comprometidos, para mí es suficiente- dijo Yuuri arrodillándose al costado de la cama- Además debemos salvarlo, se lo debo.

Tomo aire para calmar los nervios, sentía como la habitación cambiaba de clima. Todos observaban en completo silencio y hermetismo, Gwendal estaba sosteniendo a Günter que estaba a punto de sufrir un colapso por impresión.

Yuuri se acercó al bello rostro de Wolfram, miró sus labios y los besó. Aquél beso fue completamente diferente.

-Qué labios tan suaves tiene Wolfram, que bello rostro- pensaba- ¡Concéntrate!- se dijo a sí mismo- ¡Por favor, vive Wolf!.

Fueron eternos minutos para todos. Yuuri continuaba pasando su Maryoku a Wolfran. Finalmente se separó y lo miró a los ojos.

-Qué me miras debilucho- el rubio había despertado.

-¡¡Wolfram!!- Yuuri lo abrazó con fuerza- ¡¡Wolfram!!- gritaron todos.

Greta saltó a la cama y comenzó a llorar de alegría. Besaba a Wolfram y lo abrazaba.

-Ahora tu me darás el anillo cuándo crezca- le dijo sollozando.

-Por supuesto que sí hija- le dijo dándole un beso en la frente.

-Bueno, ya que su excelencia despertó iré a pedir que le traigan algo para comer- Gisela se dirigía hacia la salida.

-Yo me llevaré a Günter, ya que se desmayó- Gwendal estaba molesto.

-Te ayudo- le dijo Conrad con una sonrisa.

Los demás salieron de la habitación dejando a Yuuri y Wolfram solos.

-Siento mucho lo que pasó Wolfram- dijo de pronto Yuuri con el  rostro rojo, y mirando a Wolfram con ojos sinceros.

-No sé de que te disculpas. Yo sólo me fui porque necesitaba pensar.

-Mmm, sí, pero yo se que me viste con Sara en el pasillo.

-¡¿Cómo?!.

-Bueno en la carta que dejaste a Greta iba una pista. Se qué no debí besarlo. En realidad no supe como reaccionar, sólo respondí, lo siento- su cara cada vez estaba más roja.

-Sí, bueno, admito que te seguí esa noche, sé qué le gustas a Saralegui. Lo veo siempre en su mirada, él te ve y destella por completo- le dijo Wolfram molesto- Pero te agradezco que me salvaras.

-No tienes porqué darme las gracias.

En esos momentos entró Sangría con la comida. Había llevado dos porciones para que el Maou acompañara a su prometido.

Luego de comer Yuuri le ofreció a Wolfram darse un baño.

-Sí creo que lo necesito- dijo Wolfram levantándose.

-Te acompañaré, ve por mientras, iré por toallas- le dijo Yuuri dirigiéndose a la puerta.