Me and my demons.

Fissure.

Amber.

Sí, soy la loca, la incomprendida y tengo un carácter no muy envidiable.

Yo tampoco elegí esto.

Además soy la única que intenta mantenerse fuerte e intentar no perder mi dignidad por un puto abuelo enfermo. Antes cuando convivía en la civilización era conocida por la "pecas". Era conocida por mi temperamento y por lo que los chicos veían atractivo en mí.

Yo estaba metida en la noche, era una pantera en la madrugada y por el día solía dormir o ir a la universidad.

Nunca me he enamorado. Estoy reservado ese hueco en mi corazón para un par de gatos que seguro que son más fieles que cualquier hombre que conozco.

Cuando llegue aquí estaba perdida. Soy una persona que lo dice y luego lo piensa eso también me ha traído varios problemas en el pasado.

Cuando llegas a estar un mes entre estas paredes, sola con tus pensamientos, te replanteas muchas veces si vale la pena vivir así. El suicidio es un camino demasiado fácil para mí. Mi actitud audaz no me deja perder ninguna partida.

Y esta era la partida más importante. La de sobrevivir.

Noto las luces se encienden parpadeando un poco, frunzo el ceño y me giro tapándome con mi larga melena pelirroja la cara.

Recuerdo otra vez que sigo en este sitio de mierda. Todos los días duermo y pienso q ir estoy fuera de aquí y cuando despierto es la mayor decepción del día—Odio estar aquí—gritó enfurecida.

Veo por mi único ojo abierto a Venus, la Nueva levantarse de golpe y con la respiración agitada por mi grito.

Ella es una chica normal, un poco insípida para mi gusto, pero no voy a juzgarla por eso. No me cae muy bien desde el momento que tuvo la oportunidad de ayudar y se quedó quieta mirando como Rubí casi muere. Odio a las personas que no hacen nada por gente que lo necesita.

—Joder Amber, ¿puedes bajar la voz?—me grita Zeus desde la otra parte de la sala.

Zeus es un charlatán, siempre intenta ayudar y es el más cariñoso. Siempre estar para los demás y es el que mejor conoce todo lo que hemos podido ver de esta casa. Yo y Oliver tenemos la sospecha de que él es homosexual algo nada relevante, pero teníamos que cotillear de tonterías para no morir de aburrimiento.

Oliver es con la persona que tengo más confianza, me ayudó mucho cuando estaba en una depresión hace unos meses. No sé pero siento que también hemos tenido algunos roces extraños. Antes tonteábamos pero nunca ha pasado nada. Él es muy atractivo pero no suelo ir detrás de un hombre. Pero desde que llegó Venus, él está pensativo y ya no se le ve tan positivo como era antes.

Y Rubí es muy reservada, apenas hable y se nota que está mucho peor que toda nosotros, ellas es débil y no intenta ocultarlo. Es difícil, la comprendo pero nunca voy a demostrarlo.

No seré la víctima. Nunca más.

Todos llegamos a una espiral de depresión y locura con nosotros mismo. Tenemos 12 horas para nosotros y nuestras mentes, todo el tiempo haciéndonos todo tipo de preguntas.

¿Qué he hecho para merecer esto? ¿Merezco morir? ¿El suicidio es la solución? ¿Porque todo estamos aquí? ¿Qué es este experimento?

Cada uno lleva la locura como puede.

*

Ya ha llegado el sábado. Esta semana no hemos tenido que hacer muchas pruebas de salud. Hoy había llegado el día que el psicópata se iba y estábamos sin supervisión. Lo averiguamos hacer unos meses gracias Zeus que vio que llevaba una bolsa. Lo comprobamos si estaba vigiando fingiendo un ataque en el corazón por parte de Zeus, nadie contestó y no se escuchó nada.